martes, 30 de junio de 2009

Veintitrés

Bastaba dar la vuelta a lo vivido para asegurarlo; no había más que amistad.

Era super triste igual, él le dió hartas vueltas al asunto todo este tiempo, como con la esperanza de encontrar la palabra precisa que rompiera los esquemas. Pero el miedo lo cortó desde la raiz.

Mientras caminaba bajo la lluvia pensó casi con resignacion en lo simple que le era confundir las cosas, en lo iluso que se transformaba en el otoño, en lo lejos que deseaba estar y en lo mucho que quería. Y como siempre en los peores casos, la mala mezcla lo consumió; no supo más del mundo, caminó por inercia al ritmo de lo que sonara en sus audifonos estratosféricamente grandes. Miró vitrinas y repisas, como buscando algo que llenase el vacío raro, mas no encontró nada.

Recorrió bajo la lluvia un tramo frío de camino a casa y se sintió menos vivo que en mucho tiempo.

Es que a esa altura la pena ya le había consumido por dentro, y eso mucho que sentía se diluía en charcos de lluvia que había acumulado...

lunes, 29 de junio de 2009

Veintidos

Dormí casi toda la vuelta, por lo que no hubo tiempo para plantearme un regreso tan así, tan de golpe, tan forzado...

Ahora escribo como con ánimos de decir mucho, y no sé cuanto diga en realidad. Es que me muero de ganas de no volver a mi vida aún cuando ya entré de nuevo a ella. Y no sé. No es fácil.

Algo que pensé durante este tiempo es que muero de ganas de dejar de escribir así como en general, para tener seguridad de que mis mensajes lleguen donde quiero que lleguen. Pero no sé. Esto de ser tan miedoso me tiene agarrado al piso; ya no vuelo muy seguido.

El viaje fue lindo, más que lo necesario para terminar un proceso. Ahora debo acostumbrarme a una realidad que aún no descubro del todo, asumir que hay que despertar y que los martes en la tarde no habrá excusas para no estar en clases.

Se me acabaron las causas, debo ser ingenioso para seguir mi vida sin ellas.

Ahora lo que necesito es saber que puedo querer tranquilo. No pido más por ahora.

Y bueno; contar con la ayuda de la divina providencia para terminar bien el primer semestre.

domingo, 14 de junio de 2009

Veintiuno

A estas alturas ya tengo una mochila grande llena de ropa, zapatos, toallas, etc.
Es la más liviana de las mochilas que llevo... La otra ni sé si me la puedo.

Ayer salí a comprar algunas cosas, un tanto frustrado por no encontrar lo que buscaba y por perder plata... Sin embargo, pasando por la zona de perfumería de una tienda me congelé; Sentí el aroma más familiar y rico. Te heché de menos, quería un abrazo "right now". Mas no estabas ahí, ni yo tenía el tiempo para estar donde estuvieras tú.

Súper triste igual.

Ahora me llevo tambien una tarjetita que lleva tu estampa. No dice tu nombre; más la fragancia me llena de tu presencia al menos por los ratos de pena. Y ojo!; la llevo en el bolsillo más cercano al corazon.

jueves, 11 de junio de 2009

Veinte

Es estúpido.

A veces, siendo super poco conciente, pienso en decir "te quiero" sin esconderme ni nada. Decirlo para permanecer frente a tus ojos todo el tiempo necesario.
Esperar que tus mejillas, tan expresivas, me respondan antes que tu voz, que muy seguramente no saldrá fácil. Y es que, si te digo un te quiero, no lo esperarás.

A veces, otras veces, soy aún más conciente. Pienso en la utilidad real de un te quiero... Ninguna. O al menos así en nuestro caso.
Es que ya son tantas las sonrisas nerviosas, las miradas que se evitan para no ser descubiertas y las palabras que logran escapar del filtro que me impuse para no hacerte saber que te quiero más de la cuenta, que muy seguramente ya te has enterado... Te quiero más de la cuenta...

Otras veces, muchas, me callo. Así de simple, así de cobarde.
Suspendo las miradas para barrer con todas las frases que esperaban un final feliz, y me pongo la máscara más simplona que tengo; una sonrisa estupida con pocas variables producto de lo vacías que han de ser. Embotello mi escencia para ser normal, parejo, y no hacerte sentir que este último tiempo he tratado de ser mejor por y para tí.

Es estúpido.
Es lo que me pasa por quererte más de la cuenta.

miércoles, 3 de junio de 2009

Diecinueve

Es que muy posiblemente me esté muriendo de miedo. No doy pasos por miedo a que me sean falsos. No me arriesgo. No.

El miedo corrompe lo que soy, lo que quiero, y si sigue así, lo mucho que te quiero.

Un brazo al frente, el otro al lado; la distancia necesaria para no caer en la tentación de robarte un abrazo, para no querer acercarme a tus oidos con el pretexto de una noticia secreta. Porque no quiero hablarte sin excusa; no quiero ser evidente.

No quiero hacer que notes lo mucho que te quiero. Porque ante todo, soy para tí no más de lo que he sido hasta ahora.

Quiero ignorar el destino, aún cuando me muero de entusiasmo.

Porque sé que en algun momento los barcos se irán, pero no en vano; te irás tú o me voy yo.