En el fondo me voy cansando de la realidad absurda de una pseudo-existencia así, como viviendo en la vanalidad más absoluta, como si los pasos que he dado fuesen parte del mismo paso que aún no soy capaz de terminar.
Siento que los suspiros no sirven, que los recuerdos no sirven, que no hay suerte que valide a los soñadores ni mucho menos ciencia que los comprenda. Necesito convencerme de que el suelo es lo seguro, de que lo terreno es lo que se espera y aprecia hoy por hoy y dejar de esperar más. Debo mentirme un rato, hacer de cuenta de que nunca he querido algo más allá de lo que ha sido posible hasta hoy y no esperar ni el balcón soñado, ni el café ni las luces de la noche, y olvidar tambien las ideales melodías que podrían haber acompañado una escena como esa; para lo único que me vienen sirviendo es para idealizar un poco (mucho) más.
Tal vez sea el iluso más idealista (idiota?) en 10 km a la redonda, mas no puedo evitar pensar en la vida cuando pienso en el hoy. Proyecto un montón, espero un montón. ¿Y?
Un ejemplo triste del daño; con el paso del tiempo creo que he relacionado "Eras mi persona favorita" con tantas personas que no sé... Me voy a la mierda, es cierto. Pero no puedo evitar perder la cuenta, y querer ser lo mejor para alguien más parece ser algo tanto arcaico como poco creible.
domingo, 27 de septiembre de 2009
sábado, 26 de septiembre de 2009
Martes - Jueves
De martes a jueves los días son de lo peor. Esta semana fué súper matadora, y creo que es en gran parte porque contuvo estos días.
Me enferma eso de saberme en un martes negro, o en un miercoles de Telecomunicaciones hasta las cinco. Independiente del Sol, el viento y las nubes, me cargan. Es como el olor, o la escencia, o el profesor, o los compañeros, o yo. Incluso, pueden ser las moscas del laboratorio que intento espantar abriendo las ventanas todos los días (sí, compañeros, por eso lo hago).
De miercoles a jueves no vivo del todo. Mi día termina a eso de las 10. Luego comienza el tiempo libre, que me dura como hasta las una, a eso de cuando me mandan a dormir (cosa que no siempre ocurre).
Javier Barría decía en una canción algo así como "ojala el fin de semana se comiera todo el calendario"... Yo por mi parte no puedo hacer menos que apoyar la moción.
Me enferma eso de saberme en un martes negro, o en un miercoles de Telecomunicaciones hasta las cinco. Independiente del Sol, el viento y las nubes, me cargan. Es como el olor, o la escencia, o el profesor, o los compañeros, o yo. Incluso, pueden ser las moscas del laboratorio que intento espantar abriendo las ventanas todos los días (sí, compañeros, por eso lo hago).
De miercoles a jueves no vivo del todo. Mi día termina a eso de las 10. Luego comienza el tiempo libre, que me dura como hasta las una, a eso de cuando me mandan a dormir (cosa que no siempre ocurre).
Javier Barría decía en una canción algo así como "ojala el fin de semana se comiera todo el calendario"... Yo por mi parte no puedo hacer menos que apoyar la moción.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Un refugio de madrugada
Ya no pregunto por qué, sólo escribo. No quiero pensarme el día demasiado, quiero plasmarlo acá y cerrar el ciclo.
Una taza de té que no existió, un desayuno fantasma. Un libro sin sabores, una almohada dura, luces que pasan entre las nubes para detenerse en cortinas con ositos a eso de las 14:06.
Una mente que no despierta del todo, un celular que algo quiso mostrar y que sin embargo pasó inadvertido frente a mis inagotables sueños. Un manantial de ideas que se estancaron para hacer gratificante un día en blanco y negro.
Viento, viento y más viento. La bandera no se detiene frente al ventanal, y el silencio se siente hecho trizas por las vibraciones del vidrio producidas por el viento.
Un caos controlado, una gotera tapada con barro.
Salgo a la calle, pienso en tí y no lo vuelvo a hacer a conciencia. Abro y cierro la chaqueta, como con la esperanza de verme mejor, y miro al cielo con la esperanza de no estar en el punto exacto en que estoy; queriendo romper el circulo, queriendo abrazar un poco más, queriendo dejar de lado el peso de la costumbre y entregarme a la aventura sin fin de lo que aún no conozco.
Cierro el día con un cafe cargado con poca agua. Me desconecto del mundo, cierro ciclos intactos, me retiro de la vida diurna para dar paso a la neblina en una consciencia, a ratos, alterada.
Una taza de té que no existió, un desayuno fantasma. Un libro sin sabores, una almohada dura, luces que pasan entre las nubes para detenerse en cortinas con ositos a eso de las 14:06.
Una mente que no despierta del todo, un celular que algo quiso mostrar y que sin embargo pasó inadvertido frente a mis inagotables sueños. Un manantial de ideas que se estancaron para hacer gratificante un día en blanco y negro.
Viento, viento y más viento. La bandera no se detiene frente al ventanal, y el silencio se siente hecho trizas por las vibraciones del vidrio producidas por el viento.
Un caos controlado, una gotera tapada con barro.
Salgo a la calle, pienso en tí y no lo vuelvo a hacer a conciencia. Abro y cierro la chaqueta, como con la esperanza de verme mejor, y miro al cielo con la esperanza de no estar en el punto exacto en que estoy; queriendo romper el circulo, queriendo abrazar un poco más, queriendo dejar de lado el peso de la costumbre y entregarme a la aventura sin fin de lo que aún no conozco.
Cierro el día con un cafe cargado con poca agua. Me desconecto del mundo, cierro ciclos intactos, me retiro de la vida diurna para dar paso a la neblina en una consciencia, a ratos, alterada.
martes, 15 de septiembre de 2009
Niveles
Bajemos un rato, bueno?
Que hay que dar dejar espacio al cielo, a las estrellas, a mis ojos, a mis ideas.
Baja tú un rato, bueno?
Que los brazos me duelen de tanto intentar mirarte de frente.
Bajemos un rato, bueno?
Que estoy seguro que acá abajo las cosas serían diferentes para mí.
Bajemos un rato?
Que hay que dar dejar espacio al cielo, a las estrellas, a mis ojos, a mis ideas.
Baja tú un rato, bueno?
Que los brazos me duelen de tanto intentar mirarte de frente.
Bajemos un rato, bueno?
Que estoy seguro que acá abajo las cosas serían diferentes para mí.
Bajemos un rato?
sábado, 12 de septiembre de 2009
Weird
Como que algo raro sucede en la vida; como que no sucede. Y eso, en serio, me mata de susto.
¿El paisaje sin relieve?
Tengo miedo. El paisaje sin relive me da miedo.
Ahora pensándolo bien, puede que esa sea la causa del loco afán de ahogarse en un vaso de agua; mal, Javier. Mal.
En verdad, lo único que temo es que el dolor pase, y en su lugar venga... ¿Qué? ¿La vida diaria? ¿La nada? ¿El paisaje sin relieve?
¿El paisaje sin relieve?
Tengo miedo. El paisaje sin relive me da miedo.
Ahora pensándolo bien, puede que esa sea la causa del loco afán de ahogarse en un vaso de agua; mal, Javier. Mal.
domingo, 6 de septiembre de 2009
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