martes, 30 de junio de 2009

Veintitrés

Bastaba dar la vuelta a lo vivido para asegurarlo; no había más que amistad.

Era super triste igual, él le dió hartas vueltas al asunto todo este tiempo, como con la esperanza de encontrar la palabra precisa que rompiera los esquemas. Pero el miedo lo cortó desde la raiz.

Mientras caminaba bajo la lluvia pensó casi con resignacion en lo simple que le era confundir las cosas, en lo iluso que se transformaba en el otoño, en lo lejos que deseaba estar y en lo mucho que quería. Y como siempre en los peores casos, la mala mezcla lo consumió; no supo más del mundo, caminó por inercia al ritmo de lo que sonara en sus audifonos estratosféricamente grandes. Miró vitrinas y repisas, como buscando algo que llenase el vacío raro, mas no encontró nada.

Recorrió bajo la lluvia un tramo frío de camino a casa y se sintió menos vivo que en mucho tiempo.

Es que a esa altura la pena ya le había consumido por dentro, y eso mucho que sentía se diluía en charcos de lluvia que había acumulado...

1 comentario:

Tamara dijo...

Javi. Fue lindo verte hoy. Espero que estés bien. En serio.
Un abrazo gigante, y ánimo con las pruebas acumuladas.