Las frutillas habían teñido de rojo los dedos y las risas.
Era absurdo, absurdo; Todo era un carnaval. Todo era delirio.
Me miraste, recuerdo. Y no pude sentir más peso que en ese segundo. Ya no quería que me rescataras, no quería más sonrisas ni más cumplidos.
Y reí, rojo de frutillas, como nunca.
Era absurdo. Absurdo.
lunes, 23 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Biorritmo
Cada cierto tiempo me voy a la cresta.
Sí, y se nota.
Ahora último encontré algo súper curioso en internet, y como que es tan creible... no sé.
Mire:

Igual es Jevi, porque como que tiene demasiada razón; si no me equivoco, estaríamos en precencia de algo así como mis "periodos", ¿se cachan?
Bueno, acompañando a este gráfico aparece esto:
já.
Igual sería bueno... Porque según esto, para la PSU me encontraría en el apogeo del desarrollo intelectual (:
Sí, y se nota.
Ahora último encontré algo súper curioso en internet, y como que es tan creible... no sé.
Mire:

Igual es Jevi, porque como que tiene demasiada razón; si no me equivoco, estaríamos en precencia de algo así como mis "periodos", ¿se cachan?
Bueno, acompañando a este gráfico aparece esto:
Es mejor que no confíes en tus sentimientos en los días emocionalmente críticos, ni actúes en función de ellos. No tomes ninguna decisión importante en estos días o podrías arrepentirte después, en síntesis, piensa muy bien las cosas antes de cualquier decisión en estos días
já.
Igual sería bueno... Porque según esto, para la PSU me encontraría en el apogeo del desarrollo intelectual (:
domingo, 15 de noviembre de 2009
Pensar
Que se pase la gracia y la sonrisa. Que el cielo se ponga oscuro, y las luces se apaguen lentamente a eso de las una a.m, para terminar en cuanto el faro de oriente, a eso de las seis y media a.m, nos pretenda dar una nueva posibilidad.
Que sean mis ojos los que ya no quieran verte, y tus manos las que quieran [seguir] esquivandome.
Que las palabras no sobren, o que los silencios nos sean perfectamente cómodos y excluyan esas miradas fugaces. Que tengamos perfectamente claro lo que no somos ni seremos nunca.
Que las horas no nos crean, que mi cara se desvanezca entre el verde de la vida, y que el aire nos arrebate los suspiros para que sean lo mismo de siempre; un vulgar respiro.
Encontrarnos 5 millones de pesos en la vereda y separar los caminos fo evah, o que tome la micro equivocada y que me lleve para siempre a donde no lleguen tus ganas de verme.
Aparte de estudiar hago muy pocas cosas.
Que sean mis ojos los que ya no quieran verte, y tus manos las que quieran [seguir] esquivandome.
Que las palabras no sobren, o que los silencios nos sean perfectamente cómodos y excluyan esas miradas fugaces. Que tengamos perfectamente claro lo que no somos ni seremos nunca.
Que las horas no nos crean, que mi cara se desvanezca entre el verde de la vida, y que el aire nos arrebate los suspiros para que sean lo mismo de siempre; un vulgar respiro.
Encontrarnos 5 millones de pesos en la vereda y separar los caminos fo evah, o que tome la micro equivocada y que me lleve para siempre a donde no lleguen tus ganas de verme.
Aparte de estudiar hago muy pocas cosas.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Semiconexion.
Una sobredosis de azucar me ayudó a pensar hoy en la tarde. Igual era súper necesario; había salido de mi casa peliado con mi mamá, pensando en que mierda pasaría despues del 2 de diciembre...
Iba triste, no enojado. El punto es que ambas cosas (creo yo) no se me notan demasiado, y a veces la gente que las nota las confunde. Yo por mi parte, salí como necesitando en verdad muchas cosas, y lo primero que pensé fue en lo grato que sería verme con alguien en el paradero. Quien fuese, para distraerme un rato. Pero eso no pasa, meh, o al menos no cuando se necesita.
Entonces me acompañé de la música, no la de siempre. Una más movida.
Cuando llegué al preu, antes de entrar compré hartos dulces. Pelayos y sunny. No sé cuantos fueron, pero gasté harto en ellos...
Tenía prueba, y mientras sacaba calculos fueron muriendo de a poco aquellos manjares, no sin meter algo de ruido al desenvolverlos. Al salir del mini ensayo de satán ya estaba bien. Parece que el azucar me ayudó, no sé en verdad...
He escrito bastante y no he llegado a nada (lo sé, y lo lamento). Pero debo plasmar un poco la situación actual:
- Estoy perdiendo demasiado tiempo en respirar, mirar, escuchar y sentir (en serio, es mucho).
- He discutido un tanto, y lo peor es que (como casi siempre) tengo ganas de mandar a la cresta a mucha gente.
- Cerré feisbuq. Me aburrí (por ahora, creo) de que me consuma tanto y de saber tanto de cosas que no debería por cuestiones de salud mental.
- Se viene la psu y no se que cresta va a pasar ni que cresta eligiré finalmente.
- Mi conejo está viviendo en el patio por cagón y me da tanto miedo de que se lo vaya a comer un gato.
- Quiero dormir temprano y despertar tarde, perder todo el día y no tener tiempo para pensar tonteras. Quiero que (lo que queda de) este mes me sea solo PSU y todo el resto de vida que gira en torno a ella.
- Quiero olvidarme en serio. Creerse no es tan fácil como mentirse.
- Quiero estar lejos por un tiempo de todo. Quiero que sea 3 de diciembre, no tener nada que hacer, y tomar un tren o un bus o lo que sea y desaparecer por una semana con 15 lucas.
- Quiero un mp3 con más capacidad.
- Quiero que el tiempo restante sea mio, y solo para mí.
- Quiero dedicar canciones riendo, y si es posible llorar un poco, pero no de pena. Quiero acostarme en el pasto, tocar carnaval o té para tres, desarmar el mundo en promesas tontas y verdes, dejar salir esa idiotez que solo algunos conocen, y caminar sonriendo. Quiero que haga frío, solo para tener una excusa para usar chaqueta, o mejor aún, abrazar.
Iba triste, no enojado. El punto es que ambas cosas (creo yo) no se me notan demasiado, y a veces la gente que las nota las confunde. Yo por mi parte, salí como necesitando en verdad muchas cosas, y lo primero que pensé fue en lo grato que sería verme con alguien en el paradero. Quien fuese, para distraerme un rato. Pero eso no pasa, meh, o al menos no cuando se necesita.
Entonces me acompañé de la música, no la de siempre. Una más movida.
Cuando llegué al preu, antes de entrar compré hartos dulces. Pelayos y sunny. No sé cuantos fueron, pero gasté harto en ellos...
Tenía prueba, y mientras sacaba calculos fueron muriendo de a poco aquellos manjares, no sin meter algo de ruido al desenvolverlos. Al salir del mini ensayo de satán ya estaba bien. Parece que el azucar me ayudó, no sé en verdad...
He escrito bastante y no he llegado a nada (lo sé, y lo lamento). Pero debo plasmar un poco la situación actual:
- Estoy perdiendo demasiado tiempo en respirar, mirar, escuchar y sentir (en serio, es mucho).
- He discutido un tanto, y lo peor es que (como casi siempre) tengo ganas de mandar a la cresta a mucha gente.
- Cerré feisbuq. Me aburrí (por ahora, creo) de que me consuma tanto y de saber tanto de cosas que no debería por cuestiones de salud mental.
- Se viene la psu y no se que cresta va a pasar ni que cresta eligiré finalmente.
- Mi conejo está viviendo en el patio por cagón y me da tanto miedo de que se lo vaya a comer un gato.
- Quiero dormir temprano y despertar tarde, perder todo el día y no tener tiempo para pensar tonteras. Quiero que (lo que queda de) este mes me sea solo PSU y todo el resto de vida que gira en torno a ella.
- Quiero olvidarme en serio. Creerse no es tan fácil como mentirse.
- Quiero estar lejos por un tiempo de todo. Quiero que sea 3 de diciembre, no tener nada que hacer, y tomar un tren o un bus o lo que sea y desaparecer por una semana con 15 lucas.
- Quiero un mp3 con más capacidad.
- Quiero que el tiempo restante sea mio, y solo para mí.
- Quiero dedicar canciones riendo, y si es posible llorar un poco, pero no de pena. Quiero acostarme en el pasto, tocar carnaval o té para tres, desarmar el mundo en promesas tontas y verdes, dejar salir esa idiotez que solo algunos conocen, y caminar sonriendo. Quiero que haga frío, solo para tener una excusa para usar chaqueta, o mejor aún, abrazar.
martes, 3 de noviembre de 2009
El interruptor en mis días.
Es rico ver que no se ha caminado en vano.
Me gusta tener la capacidad de no perder el control, de que las cosas queden en mi cabeza y no se escapen en suspiros idiotas ni en recuerdos que no son del todo. Pero a ratos soy débil.
Me hiciste caer. Sí. Te constó desde antes de que lo dijera. Pero no sé, todo lo que pasó me llevó a la siguiente reflexión:
Tendrás que entender que lo que siento es inmutable. No tengo medios para estirpar nada, y como un buen amigo me recordó hace días, Lacuna Co. no existe. Pero hay algo de lo que sí estoy seguro; aún antes de los últimos sucesos te quería bastante. Creo que lo expliqué, pero necesito explicarlo aún mejor.
Pasa que luego de la revolución de lo absurdo como que me vuelve el cuerpo al alma (no, no me equivoqué; es lo que quiero decir). Ahora sí estoy pensando, y estoy en todas mis facultades de hacer uso del interruptor interno, ese que impide que realice esas locuras que podrían ser el pan de cada día.
Resumiendo un poco, quiero decir que todo lo último se desencadenó por la mala interpretación de las cosas en un momento de debilidad. Sin embargo me gustó que sucediera; como bien dijiste, som cosas que le ponen color a la vida. Sin embargo debo decir que todo eso que casi se me escapa está bajo control right now. Soy pensante de nuevo, y en el fondo la barrera como que volvió a donde estaba.
Por otro lado, debo admitir (finalmente) que todo lo que pienso de tí, como ya lo dije, es inmutable, lo que implica que si en algún momento de la vida llegase a suceder algo que te hiciera necesitarme más de la cuenta, bastará con hacerme saber (sin palabras, claro, pero explicitamente) que me quieres. Yo por mi parte inhibiré el interruptor de nuevo, como haciendome el leso, como abrazandote un poco más, como perdiendome en las miradas, como perdiendo la voz, los ojos y los brazos. Como cansandome del camino y necesitandote más de la cuenta. Como mareandome de nuevo y perdiendo la cordura en el sepia de las 7 de algunas tardes.
Fuera de eso, la vida sigue, Jei!
Me gusta tener la capacidad de no perder el control, de que las cosas queden en mi cabeza y no se escapen en suspiros idiotas ni en recuerdos que no son del todo. Pero a ratos soy débil.
Me hiciste caer. Sí. Te constó desde antes de que lo dijera. Pero no sé, todo lo que pasó me llevó a la siguiente reflexión:
Tendrás que entender que lo que siento es inmutable. No tengo medios para estirpar nada, y como un buen amigo me recordó hace días, Lacuna Co. no existe. Pero hay algo de lo que sí estoy seguro; aún antes de los últimos sucesos te quería bastante. Creo que lo expliqué, pero necesito explicarlo aún mejor.
Pasa que luego de la revolución de lo absurdo como que me vuelve el cuerpo al alma (no, no me equivoqué; es lo que quiero decir). Ahora sí estoy pensando, y estoy en todas mis facultades de hacer uso del interruptor interno, ese que impide que realice esas locuras que podrían ser el pan de cada día.
Resumiendo un poco, quiero decir que todo lo último se desencadenó por la mala interpretación de las cosas en un momento de debilidad. Sin embargo me gustó que sucediera; como bien dijiste, som cosas que le ponen color a la vida. Sin embargo debo decir que todo eso que casi se me escapa está bajo control right now. Soy pensante de nuevo, y en el fondo la barrera como que volvió a donde estaba.
Por otro lado, debo admitir (finalmente) que todo lo que pienso de tí, como ya lo dije, es inmutable, lo que implica que si en algún momento de la vida llegase a suceder algo que te hiciera necesitarme más de la cuenta, bastará con hacerme saber (sin palabras, claro, pero explicitamente) que me quieres. Yo por mi parte inhibiré el interruptor de nuevo, como haciendome el leso, como abrazandote un poco más, como perdiendome en las miradas, como perdiendo la voz, los ojos y los brazos. Como cansandome del camino y necesitandote más de la cuenta. Como mareandome de nuevo y perdiendo la cordura en el sepia de las 7 de algunas tardes.
Fuera de eso, la vida sigue, Jei!
domingo, 1 de noviembre de 2009
Así no más.
No voy a preguntar ni me dejaré llevar. No soy de actuar.
Estoy súper consciente de que las cosas no funcionan porque así lo quiero (es decir, a diario intento autoconvencerme) y que en el fondo si no funciono es simplemente porque así lo quiere la vida (por ahora, dicen).
En el fondo, me muero de ganas de saber que existe un lindo feedback between us, aún sin creerlo posible.
Estoy súper consciente de que las cosas no funcionan porque así lo quiero (es decir, a diario intento autoconvencerme) y que en el fondo si no funciono es simplemente porque así lo quiere la vida (por ahora, dicen).
En el fondo, me muero de ganas de saber que existe un lindo feedback between us, aún sin creerlo posible.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)