Me corté el pelo.
Me reí y tomé té con los codos bien puestos, con la cara llena de risa y con dos de azucar.
No tomé café, pero me reí con la teleserie. Dije que sí al dulce de membrillo, que no al queso, y cuando me ofrecieron más, dije que era suficiente.
En el fondo, no sé donde cresta falló la ecuación, y el corte de pelo no sirve para nada solo por ser mi pelo el que se corta.
3 comentarios:
La gente tiende a confundir la buena educación..
por eso la gente es como es y el país está como está.
buenos modales?
Corte de pelo, es catártico...
Yo he perdido dos buenas tijeras... pero parece que usaré máquina este verano.
Nicki, no hay que generalizar
El cuarto parrafo es preciozo, me acorde de mi abuela.
Un abrazooooooo!
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