So so

Había una vez una bolsa de plástico completamente normal, igual a todas. Un día la bolsa escapó de todo; una ventolera la elevó como nunca antes una bolsa había volado. Entonces todos le creyeron, y en cuanto bajó comenzaron a depositar múltiples objetos en su interior.

De pronto se vió completa. Entonces nunca más voló, y un día cualquiera se rompió.

La actitud

Porque vamos a existir, en cualquier momento. Y vamos a mirarnos, y no vamos a dejar de hacerlo en mucho rato, sin límites de nada. Y vamos a sonreírnos, y diremos esas cosas...

 Y yo me río de sólo pensarlo, así que figurame en ese momento... Ahora, a cumplir con ganas.

No quiero perder el sentido de nada, pero hoy casi todo duele.

Ya vendrán mejores tiempos...

De pronto me miras a los ojos, y yo no aguanto. Entonces me pregunto mil cosas, e invades todo (¿Lo sabes?).

Y me preguntas si nos vamos a aburrir, y yo lo ignoro porque no quiero pensarlo, porque no quiero asumirlo tal vez, no sé. "Hay que vivir el ahora" te digo, y sonríes. Yo no me quiero aburrir, pero lo cierto es que ignoro muchas cosas. Es que a ratos pretendo no hacerlo; no aburrirme nunca de tí y todo aquello que implicas, pero eso de querer es poder no creo que sea un principio aplicable y presente en nuestras manos. 

Pero mis pretenciones, insisto, estan en el no hacerlo.

Entonces me tengo que ir, y te lo advierto, y me abrazas, y es terrible porque siempre no quiero dejarte. Entonces me robas las palabras, y dices todas las cosas que yo no digo primero pensando que asumes que todo lo que se nota es cierto. "Entonces cuando nos veremos..." me dices, y yo no sé ni quiero planearlo porque nos pesa. Y nos despedimos durante mucho, aunque nunca lo necesario. Y yo no sé como hacerte saber que despues de todo, aun cuando te dejo sigo estando a tu lado.

Entonces me acompañas hasta algún lugar no claro, y en el ultimo abrazo, mientras me miras, anuncias aquello; "Ya vendrán tiempos mejores". Y yo me muero de ganas de muchas cosas que guardo para otra ocasión, y me limito a poner la cara de idiota que mejor se me da, y me despido finjiendo que el dejar de verte es un proceso completamente natural y superable. 

Lo mejor de todo es que aún extrañándote sonrío, y en cuanto lo dices, me embarga la fé; en el tiempo y, porque no, en nosotros.

Sólo es que pienso que tal vez es probable que, aunque no lo quiera, sea un excelente día para dejarme llevar, y caminar, caminar como pocas veces, y llegar al mar o algo así.
Estoy ahogado, creo, no sé.

Yo respiro casi siempre, pero algo, no sé que, me agota por hoy.
Y me quiero rendir, me quiero rendir a ratos. Me muero por rendirme a ratos...

No sé. No sé que pasa.

No Todo Es Tan Terrible 2

No. En verdad esto merece muchas palabras más.
Es que no sé, a veces esto de querer decir las cosas como son es bastante utópico, sobre todo si tomo en cuenta que cada vez las palabras van quedando más cortas a lo que es en verdad.

Creo que contigo le pierdo el miedo a los recuerdos, y es lindo creer que todo tiene un sentido, que nada de lo pasado es por azar. Y creer que Dios nos quiere cuando la hora no avanza, o cuando descubrimos que hay rincones en el mundo que son para ti, para mi y para nadie más... eso es lindo tambien. Y muy nuestro, claro...

Y vivir proyectandose a corto plazo, ser motivaciones para tener una semana más de vida fugaz. No sé. Notodoestanterrible. Me suena a muchas cosas; bien podría confundirme, pero toda la respuesta necesaria está en tus manos y en ninguna parte más.

Te quiero, buenas noches.

No todo es tan terrible

Me vuelves loco, Solo eso diré por hoy.

La micro y tú

A veces, dependiendo de la calidad de la luz, veo reflejos tuyos en el vidrio de la micro... Me encantan los reflejos en general, y más los tuyos, porque a veces no tienes idea de que te estoy mirando y simplemente eres. Otras veces, en cambio, muy conciente de mi táctica, miras el suelo como escondiendote en una sonrisa que se pierde en dirección a tus zapatillas, esas mismas que tienen tu nombre escrito en alguna parte por alguna razón que se me imagina poco práctica.

Algunos días tambien tengo poco que contar, y te lanzo palabras casi al azar, o bien con mucho sentido pero fuera de contexto. Y es ahí cuando entro en pánico, no por no saber con que rellenar estos aparentes vacios, sino que por estar una vez más perdiendome en tu mirada que me invita a jugar a que somos algo bueno y feliz, y lo sé porque tu sonrisa lo grita en pulsos ultrasonicos que no escucho fuera de mi pecho, pero que es más que suficiente para estar seguro de que en el fondo quiero subirme a unos cuantos muchos trayectos más contigo, y quiero que nuestros codos se topen cuando el vehiculo frene de golpe, y que tengamos un soundtrack tan random como el de siempre que se base en los guitarristas y acordeonistas callejeros. Quiero que me pises la punta de la zapatilla unas veces más para evitar que ande como Aladín por la vida, y que me mires con cara de "eso tiene solución médica, pero así como está me gusta". Que nos deje un paradero antes o un paradero despues no importa, porque caminar un rato porque nos hace bien, porque respiramos, porque nos ventilamos y porque estamos juntos.

¿Qué vamos a hacer?

A veces no aguanto las ganas de deshacerme, y creo que lo notas. Y esa chistosa complicidad between us; a veces creo que irradiamos algo raro, no sé. Como cuando bailamos, ponte tú; me gusta eso de ser tú y yo y el mundo, nada más, aún en un boliche atestado de cuerpos sudados y locos. No sé.

Me gusta eso de tomarte las manos, de perder la noción de tiempo, de no acordarme de la canción que sonaba en el momento en que te abracé para terminar con un beso, y reir, como niños, siempre.

Y después de todo, después de conocernos un poco más, de observarnos hasta sonreírnos mutuamente y abrazarnos diciendo todas esas cosas que fluyen porque sí, terminar con un ¿qué vamos a hacer?

Creo que no te lo he dicho, pero eso me llena de esperanzas y mariposas en el estómago...