Un ser poco convencional no es uno mejor. Es sólo diferente. Y no es original ni especial. Diferente no debería tener ningún carácter específico; después de todo es un término demasiado amplio.
Hoy me siento el ser poco convencional; y no quiero creer que las cosas van a mejorar cambiando. Cuando el viento sopla desde atrás / Cada paso en falso duele más. No debería ser tan débil; ser poco convencional debería hacerme fuerte; la gente convencional sufre seguido.
Déjame ser lo que aborrezco; un puñado de emociones... Desde que el frío llegó aquí / ansias de ver lo que vendrá ...
Lo terrible de cuando no se es uno es que hay una amplia gama de posibilidades de no decidir por uno mismo; de jugarse chueco, desplazar al Myself a una zona que no debería corresponderle (la de un tercero). Yo siento que siempre fui un tercero. Esa es mi triste realidad; un tercero en un espacio para dos. Y no es fácil saber que hacer, no es fácil decidir sabiamente cuando no se siente, cuando se está en shock.
A veces la noche conspira contra uno; en una noche terrible, por ejemplo, puede faltar HotChip, CutCopy, incluso LadyGaga, y bien, es una posibilidad. Pero no es normal que entre tanta PartyPeople suenen melodías aptas para un soundtrack de Matías Bize, porque de pronto Lo bueno de llorar toma un sentido increíble; y el vernos derrotados en la barra se vuelve un espectáculo sutil; un show snob con toques de postmodernismo, vodka derramado y papel de muro con onda. Es triste que de pronto el mejor diálogo para una película de esta onda sean las palabras que adornan el ambiente; que todos esos "aciertos" de nuestro guión sean la sinceridad de nuestra vida; "las cosas que no te dije nunca antes" o "las cosas que no me dijiste". De hecho es casi caricaturesco caminar a las 3 o más, en silencio, y que la tranquilidad de la calle se vea interrumpida por una pareja que se sube a un auto, que gritan, que no quiero volver a verte, que eres esto y aquello, que no en la puta vida. No es común; es de esas cosas que suceden mucho en el cine.
A veces me siento un personaje poco convencional, de esos que de pronto se deja llevar por los vicios de una ciudad revuelta, y se pierde. Siento que siempre, siempre, me debatiré entre dos dioses creadores; Fuguet y Bize. Y no sé cual es más penoso.
Que lo cierto es un favor, yo lo siento es un favor...
miércoles, 28 de julio de 2010
Las herramientas
No las tengo. No las manejo. No hay nada en mis manos para la ocasión necesaria. Las oportunidades también se fueron. La vida no es linda, es una puta barata. Los caminos marcan. Unen lo que se aleja. No hay vuelta. Hay vacíos. Sí. Muchos vacíos. Un perro corre rápido. Yo debería correr como perro. Debería usar las alas de las que me hablaban. Desaparecer es bueno para su salud. Para la mía también. Las velas se consumen rápido. Los dedos se vuelven torpes en la oscuridad. Los corazones se detienen sin aire. Las palomas se toman la noche en silencio. Y sin luna pierden sentido. Sentir. No sé si sea bueno. Saber es bueno a veces. A veces la ignorancia. Hay que ser feliz. El cómo hacerlo es la tarea. Hay que desaparecer. Partir de cero. Se rompió un audífono. Es una real pena. Todo es así. Odio las fracturas. La vida es una callejuela de tierra cerro abajo. Llueve. La estabilidad se fractura. Se agrieta. Voy a caer en una grieta si bajo corriendo. Debería ser un perro. Voy a vivir en una cueva y no sé si salga. No muy seguido. Tomaré café aunque quiera dormir. Aguante estómago. Aguante pena. No hay mal que por bien no venga. Las cosas de la vida. Me haré aire. Eso. El café no es bueno. Para la salud. Para el alma.
Tiene que ver con
la vida,
Lo residual,
Lo terrible
Lejos
Sería buena opción.
Me pesa en el estómago saberme tan lejos en los peores momentos; lejos en todos los sentidos de la palabra. Yo no sé si pueda volverme útil de un momento a otro, pero la verdad es que nunca perdí las esperanzas.
Tengo ganas de quemarme.
Tiene que ver con
La verdad de las cosas,
Lo terrible,
Lo triste
lunes, 26 de julio de 2010
Amor propio
Creo que perdí las vacaciones. Y es triste.
No sé en que estaba, pero la verdad de las cosas hoy siento que he perdido mucho tiempo. Por un segundo sentí que he estado construyendo en el aire, que hay cosas que no se valoran tanto como me gustaría (no por maldad, sino porque tal vez no son logros míos; tal vez es el rumbo natural de las cosas, no sé).
Me siento inconexo, mareado, me duele todo constantemente y me siento un poco ciego. Y tengo miedo. Tengo miedo porque me puse a pensar, me puse a recordar, porque me duele constantemente la cabeza y no he hecho nada al respecto, tal como me han dolido otras cosasdentro mientras hago caso omiso. Me puse a pensar, sí. Me puse a pensar en cómo fue que la última vez dejé de querer por los daños; cómo fue que las cosas se decoloraron y perdieron sentido.
Seré sincero como pocas veces, y diré que hasta hace algunos días sentía que no sólo la responsabilidad de todo mal caía en mis hombros, sino que también la de ser y hacer bien. Y en eso me caigo; no soy ni hago; siendo bien hago mal, siendo mal también. Entonces ] void [. Siempre así; vacío. Pero la verdad de las cosas no va por ese lado; hoy no soy más culpable que tú de lo que nos pasa, no ahora. Y no quiero que sea un problema ni que duela el hacerte saber que me estoy cansando un poco; que me apena no[tener la capacidad de] llorar frente a las cosas que duelen o pesan porque pasan desapercibidas, porque no las verás tú ni nadie. Quiero un rato de calma. De no pensar las cosas que digo al menos 3 veces ni ordenarlas para que caigan livianas. ¡Me gusta tanto sonreír contigo! Me gusta eso; hagámoslo más. Sonriamos más.
No quiero sonar severo, pero hoy algunas razones se me esfumaron; no te quiero menos por eso, pero creo que mi tolerancia se está viendo afectada. Tal vez soy de nuevo un hombre menstrual. No sé, pero ahora pienso que te quiero y que quiero que me quieras mejor (No sé si sea correcto esto).
Por último, sí, no hay peso como el sentir que eres un peligro en potencia para quien más quieres. No quiero eso de nuevo, y no lo deseo a nadie.
No sé en que estaba, pero la verdad de las cosas hoy siento que he perdido mucho tiempo. Por un segundo sentí que he estado construyendo en el aire, que hay cosas que no se valoran tanto como me gustaría (no por maldad, sino porque tal vez no son logros míos; tal vez es el rumbo natural de las cosas, no sé).
Me siento inconexo, mareado, me duele todo constantemente y me siento un poco ciego. Y tengo miedo. Tengo miedo porque me puse a pensar, me puse a recordar, porque me duele constantemente la cabeza y no he hecho nada al respecto, tal como me han dolido otras cosas
Seré sincero como pocas veces, y diré que hasta hace algunos días sentía que no sólo la responsabilidad de todo mal caía en mis hombros, sino que también la de ser y hacer bien. Y en eso me caigo; no soy ni hago; siendo bien hago mal, siendo mal también. Entonces ] void [. Siempre así; vacío. Pero la verdad de las cosas no va por ese lado; hoy no soy más culpable que tú de lo que nos pasa, no ahora. Y no quiero que sea un problema ni que duela el hacerte saber que me estoy cansando un poco; que me apena no
No quiero sonar severo, pero hoy algunas razones se me esfumaron; no te quiero menos por eso, pero creo que mi tolerancia se está viendo afectada. Tal vez soy de nuevo un hombre menstrual. No sé, pero ahora pienso que te quiero y que quiero que me quieras mejor (No sé si sea correcto esto).
Por último, sí, no hay peso como el sentir que eres un peligro en potencia para quien más quieres. No quiero eso de nuevo, y no lo deseo a nadie.
Tiene que ver con
La verdad de las cosas,
la vida,
Lo emo,
Lo residual,
Lo terrible,
Lo triste
viernes, 23 de julio de 2010
Dejar ir
Generalmente me carga despedirme...
Pero el otro día tenía una rebeldía interior, no sé como describirlo... Pero el punto es que iba a dejarte ir. No me dijiste "Vamos", pensaba. No me dijiste "bájate, déjame y vuelves". Y sonreías.
Pensé que era un "quédate" disimulado, un tranquilizante, un no-quiero disfrazado de "decide tú". Entonces me despedí. Y fue terrible.
Caminé hacia el otro extremo del andén, primero miré desde lo alto el parque y luego me senté... miré a toda la gente del andén del frente. Una señora me miraba; me pregunté si ella entendía algo de la situación, del dejarte ir, del querer seguir contigo así, sutilmente, mirándonos de reojo o en reflejos, tocándonos los nudillos en roces, encontrarnos en la fugacidad de un va-y-ven del metro. Entonces llegó otro carro; ya no te veía a lo lejos; ya no estabas ahí.
Entonces me paré, como quien se prepara para subir al metro, pero corrí. Corrí hacia la salida; corrí esperando verte cerca, esperando que no hayas tomado un bus, esperando que te detuvieras a comprar, no sé. Que no fuese demasiado tarde. Entonces te vi, pero no dejé de correr, porque eran segundos que perdíamos, minutos de estar que se esparramaban, que se escapaban de mi bolsillo con cada zancada... y que sólo se detuvieron cuando a un metro de distancia giraste, y me detuve. Y algo pasó, algo freno.
Era la rebeldía, supongo, porque ya nada me detenía, simplemente hicimos lo que había que hacer y nos fuimos; juntos y un poco menos sutiles.
domingo, 18 de julio de 2010
El peor.
Voy a comprar un raspe porque creo que es suficiente de lamentarse; hoy es el día menos pensado, podría eventualmente cambiar todo en un momento. Por eso voy a comprarlo, y mientras camino voy pensando en que haré con el dinero que ganaré; irme lejos, volar lejos, desaparecer. Partir de cero, dejar de dar señales de vida y ser una sombra. Vivir de paso, respirar más. Es un buen día para ganar algunos millones.
Cruzaré la calle con cuidado, bajaré las escaleras del metro y en la tabaquería elegiré uno yo y el otro lo dejaré al juicio de la vendedora. Y ganaré, porque estoy dispuesto como nunca a dejar de ser un peso, dejar de hacer mal. Voy a comprar un raspe y voy a cambiar mi vida, o mejor aún, venderla. Y me alcanzará con un raspe porque para desaparecer no necesito tanto dinero; no quiero una casa ni un auto. No necesito un perro ni alguien a quien querer. Necesito una excusa, un impulso inicial. Sólo eso. Por eso ganaré con el raspe; porque independiente de la cantidad del premio, será la excusa perfecta para tranquilizar al mundo que me rodea, para no culpar a mis papás o a quienes quiero. No será culpa de nadie; es la posibilidad en potencia y yo. Nada más.
Hoy ganaré el raspe, y en un rato voy a desaparecer.
Tiene que ver con
Lo emo,
Lo residual
Desperté y tenía 2 mensajes. Eran el mismo mensaje duplicado, seguramente para que no hubieran dudas.
Es triste. Anoche pensé bastante en nosotros. Era algo así como "Esto lo bailamos alguna vez", o "Esto podríamos bailarlo porque le gustaría" y cosas así.
Creo que fue eso lo que me impulsó a llamar a las 4, cosa que no debí hacer. No estaba bajo ninguna influencia común, creo que era la más absurda y más fuerte influencia que uno tiene estando con alguien, no sé si se entiende. Pero no quiero justificar el hacer tonteras con el sentir; perdón.
Ahora, admito que después de todo dolió el mensaje de la mañana. Me hace pensar muchas cosas; sé que las cago bien seguido pero no sé si esta bien... no sé.
Como dato freak; anoche pasé media hora mirando tu calle mientras una micro no pasaba, y recordé cosas malas parece. Luego soñé contigo, lejos, distante y ausente. Y era triste.
Tiene que ver con
la vida,
Lo terrible,
Lo triste
miércoles, 14 de julio de 2010
En estos momentos
Siento que las cosas no salen bien y no tengo ganas de hacer cosas al respecto. Tengo ganas de dormir mucho.
Tiene que ver con
Lo triste
lunes, 12 de julio de 2010
Me haces bien, ¿Sabes?
Voy a leer a Cortazar y a dormirme un poco antes. Voy a pensar lo mejor de todo sin dejar de estar a tu lado.
A veces siento tanto que propongo mucho, nunca demasiado ni suficiente. Creo que de verdad necesito que todo salga bien, y darme el espacio para proyectar; la verdad de las cosas en este momento la duda me estanca.
Quiero jugármela con todo. Quiero mirarte sin tener el peso dentro, sabiendo que de ahora en adelante en teoría no te haré daño, y mirarte a los ojos sin nubes de por medio. Que seamos tú, yo y el tiempo lento que me gusta.
Vamos a bailar menos seguido pero querernos igual, y generar dinámicas, y hablar. Yo creo que no me cansaré de eso, mucho menos de ti; a tu lado.
Me gusta que me sorprendas, que de una u otra forma me desafíes con esa cara bajo un paraguas, que me des un beso y sonrías, que me abraces de pronto... Me haces bien, ¿Sabes?
Voy a suponerme en la silla contigua, comiéndome los dulces, cambiando constantemente la música. Iré al escritorio a leer a Cortazar, luego me pararé al lado de la estufa e intentaré no decir nada. Entonces en un rato, tal vez dos, me abrazarás, me dirás si está bien no hacer más, te propondré un nuevo horario (algo así como "y si vas antes y lo haces allá" o "Pero en verdad hacer las cosas así no es sano ni fructífero, duerme"). Y de una u otra forma te haré saber que estoy, más que nunca, contigo.
A veces siento tanto que propongo mucho, nunca demasiado ni suficiente. Creo que de verdad necesito que todo salga bien, y darme el espacio para proyectar; la verdad de las cosas en este momento la duda me estanca.
Quiero jugármela con todo. Quiero mirarte sin tener el peso dentro, sabiendo que de ahora en adelante en teoría no te haré daño, y mirarte a los ojos sin nubes de por medio. Que seamos tú, yo y el tiempo lento que me gusta.
Vamos a bailar menos seguido pero querernos igual, y generar dinámicas, y hablar. Yo creo que no me cansaré de eso, mucho menos de ti; a tu lado.
Me gusta que me sorprendas, que de una u otra forma me desafíes con esa cara bajo un paraguas, que me des un beso y sonrías, que me abraces de pronto... Me haces bien, ¿Sabes?
Voy a suponerme en la silla contigua, comiéndome los dulces, cambiando constantemente la música. Iré al escritorio a leer a Cortazar, luego me pararé al lado de la estufa e intentaré no decir nada. Entonces en un rato, tal vez dos, me abrazarás, me dirás si está bien no hacer más, te propondré un nuevo horario (algo así como "y si vas antes y lo haces allá" o "Pero en verdad hacer las cosas así no es sano ni fructífero, duerme"). Y de una u otra forma te haré saber que estoy, más que nunca, contigo.
miércoles, 7 de julio de 2010
Mi papá está molesto. Dice que todo lo malo le pasa a él. Mi hermana le dice que no somos responsables de esas cosas, que tampoco es que todo le pase a él; "si Pedrito estuviese en su lugar le pasaría igual". Mi papá, supongo, no lo va a entender aún.
_______________
Originalmente acá venía otra cosa, pero creo que no viene al caso; Hace un minuto revisé mi teléfono. Un mensaje. Sólo diré ánimo; tómate el tiempo que sea necesario para sonreír. Las cosas te saldrán bien, lo mereces (sé que porfiarás esto, pero sí; te saldrán bien).
Voy a esperar el tiempo necesario. Es lo menos que puedo hacer (no así lo más fácil, pero bueno...).
Un abrazo. Te quiero con nubes y sin ellas.
_______________
Originalmente acá venía otra cosa, pero creo que no viene al caso; Hace un minuto revisé mi teléfono. Un mensaje. Sólo diré ánimo; tómate el tiempo que sea necesario para sonreír. Las cosas te saldrán bien, lo mereces (sé que porfiarás esto, pero sí; te saldrán bien).
Voy a esperar el tiempo necesario. Es lo menos que puedo hacer (no así lo más fácil, pero bueno...).
Un abrazo. Te quiero con nubes y sin ellas.
martes, 6 de julio de 2010
Cuando llueve.
Normalmente me predispongo a que la lluvia es un buen elemento para la vida. Podría incluso preferirla frente a otras variaciones climáticas.
Hace unos días en el blog de un desconocido encontré una cita de "V for vendetta" donde se decía que "dios está en la lluvia". No sé si sea tan así para mi, creo que la lluvia por si misma es toda una experiencia, sobre todo cuando se sabe que tarde o temprano se llegará a casa.
Podría decir que es la dinámica de la vida. Un prisma; llueve, es cierto, pero Javier; pronto llegarás a casa. Que no te aflija la lluvia. Pronto llegarás a casa...
Pareciera que la lluvia estimulara la actividad nostálgica, o las ganas de seguir la lluvia, de partir. A veces imagino cómo sería yo con un auto y 20 lucas; en un día como hoy supongo que me iría a la costa... o al sur; quizás iría en tren para darle más dramatismo al asunto. Y me abrigaría (como nunca). Cuando viajo de verdad me gusta abrigarme, tal vez para internalizar que el viaje no es la vida misma, es una excepción, una válvula de escape. En la vida, por lo general, siempre tengo frío.
Me gustarían muchas cosas para hoy. Y si Dios estuviese en la lluvia, tal vez muchas cosas dejarían de ocurrir en cuanto abra la puerta. Voy a salir.
Hace unos días en el blog de un desconocido encontré una cita de "V for vendetta" donde se decía que "dios está en la lluvia". No sé si sea tan así para mi, creo que la lluvia por si misma es toda una experiencia, sobre todo cuando se sabe que tarde o temprano se llegará a casa.
Podría decir que es la dinámica de la vida. Un prisma; llueve, es cierto, pero Javier; pronto llegarás a casa. Que no te aflija la lluvia. Pronto llegarás a casa...
Pareciera que la lluvia estimulara la actividad nostálgica, o las ganas de seguir la lluvia, de partir. A veces imagino cómo sería yo con un auto y 20 lucas; en un día como hoy supongo que me iría a la costa... o al sur; quizás iría en tren para darle más dramatismo al asunto. Y me abrigaría (como nunca). Cuando viajo de verdad me gusta abrigarme, tal vez para internalizar que el viaje no es la vida misma, es una excepción, una válvula de escape. En la vida, por lo general, siempre tengo frío.
Me gustarían muchas cosas para hoy. Y si Dios estuviese en la lluvia, tal vez muchas cosas dejarían de ocurrir en cuanto abra la puerta. Voy a salir.
domingo, 4 de julio de 2010
Ficción:
Leí tu blog. Me parece increíble la verdad, por sobre todas las cosas porque no lo sabía.
Perdón. De verdad perdón.
Me llama la atención lo mal amigo que se puede llegar a ser. Desde hace mucho no puedo evitar hablar de mi, de mis miedos y preocupaciones, pero ¿que hay de ti? Creo que es necesario hablar más, no lamentarme tanto por todo.
¿Sabes que es lo más terrible de todo? Que todos estos lamentos en los que ya he perdido el tiempo eran tan vanos que ahora que sí creo tener razones no sé como manejar las cosas. Siento no poder tenerte más cerca la verdad. La vida es triste cuando quiere hacernos mal.
Hoy escuchaba una canción que no oía hace mucho. En una parte decía "Reconozco que nada está mal, pero temo que te vayas y no me gusta...". Antes era eso, ¿Sabes?. Es posible que por eso ahora todo no esté bien. Ya no es sólo que se vaya, es que yo me vaya, y todo acabe. Incluso nosotros. ¿Sabes? estoy muerto de miedo.
Quisiera ser más sincero en este momento, pero no puedo. Hace meses que no lloro (creo que te lo dije) pero hoy no sé que me pasa. Creo que estoy al borde de todo; en la cima del miedo, en el borde. Lo siento la verdad.
Creo que ya es suficiente de mi. Creo que si las cosas salen bien, esta semana se acabarán los males. Si las cosas salen bien, tendré permiso de contarte todo, y tendrás permiso para retarme (sé que lo harás cuando te enteres, porque siento que me quieres). Y yo tendré permiso para ser más yo, para dejar de mentirmey de mentirle y tomar las riendas de la vida.
Ya no quiero estar en nada, ficción. Quiero sentir libremente, quiero que seamos amigos de verdad y no llegarte con estos dramas básicos hasta hace 17 hrs aprox. Quiero que todo pase, pero por favor, no me preguntes por lo menos hasta el viernes. No sé que decir, ni a ti ni a nadie. Estoy suspendido, pero aún así sólo se que quiero ser un caracol, pero uno que te tenga al lado.
Perdón. De verdad perdón.
Me llama la atención lo mal amigo que se puede llegar a ser. Desde hace mucho no puedo evitar hablar de mi, de mis miedos y preocupaciones, pero ¿que hay de ti? Creo que es necesario hablar más, no lamentar
¿Sabes que es lo más terrible de todo? Que todos estos lamentos en los que ya he perdido el tiempo eran tan vanos que ahora que sí creo tener razones no sé como manejar las cosas. Siento no poder tenerte más cerca la verdad. La vida es triste cuando quiere hacernos mal.
Hoy escuchaba una canción que no oía hace mucho. En una parte decía "Reconozco que nada está mal, pero temo que te vayas y no me gusta...". Antes era eso, ¿Sabes?. Es posible que por eso ahora todo no esté bien. Ya no es sólo que se vaya, es que yo me vaya, y todo acabe. Incluso nosotros. ¿Sabes? estoy muerto de miedo.
Quisiera ser más sincero en este momento, pero no puedo. Hace meses que no lloro (creo que te lo dije) pero hoy no sé que me pasa. Creo que estoy al borde de todo; en la cima del miedo, en el borde. Lo siento la verdad.
Creo que ya es suficiente de mi. Creo que si las cosas salen bien, esta semana se acabarán los males. Si las cosas salen bien, tendré permiso de contarte todo, y tendrás permiso para retarme (sé que lo harás cuando te enteres, porque siento que me quieres). Y yo tendré permiso para ser más yo, para dejar de mentirme
Ya no quiero estar en nada, ficción. Quiero sentir libremente, quiero que seamos amigos de verdad y no llegarte con estos dramas básicos hasta hace 17 hrs aprox. Quiero que todo pase, pero por favor, no me preguntes por lo menos hasta el viernes. No sé que decir, ni a ti ni a nadie. Estoy suspendido, pero aún así sólo se que quiero ser un caracol, pero uno que te tenga al lado.
sábado, 3 de julio de 2010
Tragicómico
Podría ser un chiste pero creo que no es bueno estar horas y horas dándole vueltas al mundo esperando encontrarte en una de ellas.
Es curioso, porque cuando voy por la calle jamás pienso en que me cruzaré contigo. Eso me hace sentir que de verdad somos otra vida, otra dimensión de nosotros. Y a decir verdad no sé si es bueno hacer estas separaciones si se trata de nuestras (o mi?) vidas.
Estoy en una especie de vacaciones técnicas, pero mi mente está en otro lado; en el deber hacer. No logro hacer cundir nada, y todos los intentos se envanecen cuando espero que ocurra algo. Por eso aguardo siempre, por eso busco. Por eso vago en caminos que no me corresponden; porque imagino que puedo burlar a la rutina si logro infiltrarme en esta como espectador; como paisaje o lo que sea.
Y no sé si es correcto sentir que si miro lo paralelo de nosotros, la vida normal se hace poco.
Es curioso, porque cuando voy por la calle jamás pienso en que me cruzaré contigo. Eso me hace sentir que de verdad somos otra vida, otra dimensión de nosotros. Y a decir verdad no sé si es bueno hacer estas separaciones si se trata de nuestras (o mi?) vidas.
Estoy en una especie de vacaciones técnicas, pero mi mente está en otro lado; en el deber hacer. No logro hacer cundir nada, y todos los intentos se envanecen cuando espero que ocurra algo. Por eso aguardo siempre, por eso busco. Por eso vago en caminos que no me corresponden; porque imagino que puedo burlar a la rutina si logro infiltrarme en esta como espectador; como paisaje o lo que sea.
Y no sé si es correcto sentir que si miro lo paralelo de nosotros, la vida normal se hace poco.
jueves, 1 de julio de 2010
Cosas para ser mejor
Quiero que seamos felices. No sé como; creo que esto de no estar bien me limita la capacidad de encontrar salidas, pero las ganas de sonreir están.
Antes, recuerdo, moría de ganas de crecer. Ahora no sé, no es no tener ganas, es como miedo. Y eso me quita algunas sonrisas. Pero no es el punto, el punto es ¿Por que no sonreirle a este tiempo si es tiempo que quemo contigo?
Tengo un afán terrible con no ver el lado claro de la vida, sólo el oscuro, sobre todo cuando se trata de nosotros. Por lo mismo exalto las alegrías, como haciendo diferencias con otros momentos cuando la verdad es que el simple hecho de estar se transforma en algo que no sé explicar con palabras (tal vez abrazos puedan explicarlo mejor).
Quiero que las cosas nos salgan bien; que nos resulte la vida y las metas. Quiero que los abrazos duren más de lo necesario; quiero que seamos en medio de todo para sentir que no tenemos nada más que a nosotros, y sonreir con eso por un rato porque la verdad por un rato sentir que el mundo es nuestro no es malo.
Que abras la puerta de nuevo con un salto, y da lo mismo si estás o no en pijama a las 7 de la tarde porque como sea me encanta si sonríes y me abrazas. Y yo seguramente te sonreiré mucho; no sé si hablaré tanto como otras veces al comienzo porque me cuesta a veces hilarlo todo, pero un abrazo supongo que bastará.
Sonriamos de nuevo, y olvidemos el mundo por algunas horas. Que seamos tú, yo, las pizzas y el tiempo que tiendo a adelantar para sentirme mejor cuando descubro que no son las 10:30, sino las 10:22 y que aún tengo 8 minutos para abrazarte.
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