martes, 23 de septiembre de 2008

Cuatro.

Quiero ser lúcido.
No se si es tontera o no todo lo que pasa. Cuando le conté a mi mamá me dijo que es normal, pero igual yo se que tiende a eso, a normalizar todo lo que para mi es totalmente extraño.
¡Y es que los veo y no los reconozco! Y cuando no, no los conozco y los veo igual.
Esas lagunas son las culpables. Si. Las lagunas se apropian de cuanto termino vaga en mi cabeza y lo guardan en el cajón que se cierra con la llave perdida, que se abre por dentro pero no por fuera. Y han de saber lo fuera que estoy.
Me pierdo. Y no quiero.
Me apena eso, de vivir tanto y seguir como si nada. Me dirán (si es que no me han dicho) lo insensible que soy o que estoy por no hacerlo, pero es que no lograré reconocerte en tu perfume si tu imagen se perdió ya en el fondo oscuro del mar.
Necesito de esto. Por absurdo que le parezca si llega a ser uno de los 3 o 4 humildes lectores que pasa por acá, el código de este mensaje es personal. Si. Lo comparto con el fin de que entendáis lo poco entendible de la situación. Pero es lo suficiente para saber que si mañana pasa por mi lado y no lo saludo no es por ser mala gente ni por irrespetuoso; solo es que a cada hora dejo un poco de ser.

1 comentario:

W. Kraschenko dijo...

nxbtzw

y fíjate que según mi parecer, y ni siquiera por ser tú, de a poquito erís más javier y más g, oyie.