... y sigue avanzando.
La vida sigue, amigo!
Sigue!
domingo, 30 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
La delincuente.
Hoy vi como se llevaban a una delincuente. Así de frío, como a dos metros de distancia de mis pasos, a punto de ser menos de no haber sido por el respetable señor carabinero que me salvó de su intervención en mi vida.
De un tiempo a esta parte acostumbro a andar en metro un poco más de la cuenta. Es lo mejor para leer tranquilo; basta con usar mis súper audifonos para encerrarme completamente en la lectura de lo que sea/tenga.
Sin embargo no todo es leer. No. Creo que antes lo dije; Me encanta mirar santiago al atardecer desde el metro, y volver sobre la misma linea para ver como la luz del sol se pierde en el horizonte para ser reemplaza por las titilantes luciernagas de la vía pública... Y bueno, entre mirador y Bellavista la florida mirar hacia la cordillera y ver esos caminitos de luces que suben o bajan, no sé, pero que están ahí parpadeando. Es lindo, en serio.
Como dije, hoy un señor carabinero me salvó de una delincuente. Sí.
Estoy seguro, por sus ojos, que quería hacer de mí su víctima. Es rara esa sensación, cuando se está conciente de que alguien te acecha. Sea en buena o en mala, es igual. No es intimidación, no sé como definirlo en realidad. Es como saberse el objetivo de algún pensamiento que ejerce ese deseo de ir más allá, de intervenir...
Hoy en la tarde me pasó algo así... Venía del colegio con el Lucas, mi hermanito. Me decía algo de un Dálmata, que no era dálmata porque tenía manchas pero estaban como desteñidas, como desparramadas. Yo miré al perro y le hablé de genética. Lo asombroso es que estoy seguro de que me entendió eso del Crossing-Over.
Me contó luego que le gustaba ciento un dálmatas, pero no la uno, la dos, la ciento dos dálmatas. Yo le preguntaba cuál, la de monitos o la de personas, cuando pasó frente a mi una niña con la que me cruzo casi todas las mañanas. Ella, estoy seguro, me mira con uno de esos pensamientos punzantes. Y no es que suponga, no. No es ego ni nada de ello; me asusta que mire como mira, y que no deje de mirar hasta que la distancia se lo impida.
Volviendo al tema, yo le decía al Lucas que la de monos era mejor que la de personas cuando volví a ver esos ojos, fijos. Y para mejor me hice el loco, y seguí explicándole que los perros dibujados eran mejor porque hablaban y no solo movían la cola. En eso estaba cuando pasó por mi lado y escucho uno de esos sonoros besos como de obrero de andamio o algo así.
Siempre lo supe, sólo por sus ojos...
...Tal como hoy a la salida del preu cuando la delincuente me miró. Claro que no con el mismo fin, estoy seguro; evidentemente no voy con el perfil predilecto para una delincuente de unos 50 años, de esas que visten chalecos de lana gruesa que parecen un cúmulo de algodones de colores desordenados que un tejido...
La señora me miraba, lo sé. Y lo ví hasta el último momento, cuando el carabinero la tomó del brazo y la guió por la escalera del metro hacia la calle.
Me dió lata igual. Me cuesta entender que la tomen detenida a ella haciendo lo que hacía; si bien es ilegal el comercio ambulante, las rosas, estoy seguro, nunca le hicieron mal a nadie.
De un tiempo a esta parte acostumbro a andar en metro un poco más de la cuenta. Es lo mejor para leer tranquilo; basta con usar mis súper audifonos para encerrarme completamente en la lectura de lo que sea/tenga.
Sin embargo no todo es leer. No. Creo que antes lo dije; Me encanta mirar santiago al atardecer desde el metro, y volver sobre la misma linea para ver como la luz del sol se pierde en el horizonte para ser reemplaza por las titilantes luciernagas de la vía pública... Y bueno, entre mirador y Bellavista la florida mirar hacia la cordillera y ver esos caminitos de luces que suben o bajan, no sé, pero que están ahí parpadeando. Es lindo, en serio.
Como dije, hoy un señor carabinero me salvó de una delincuente. Sí.
Estoy seguro, por sus ojos, que quería hacer de mí su víctima. Es rara esa sensación, cuando se está conciente de que alguien te acecha. Sea en buena o en mala, es igual. No es intimidación, no sé como definirlo en realidad. Es como saberse el objetivo de algún pensamiento que ejerce ese deseo de ir más allá, de intervenir...
Hoy en la tarde me pasó algo así... Venía del colegio con el Lucas, mi hermanito. Me decía algo de un Dálmata, que no era dálmata porque tenía manchas pero estaban como desteñidas, como desparramadas. Yo miré al perro y le hablé de genética. Lo asombroso es que estoy seguro de que me entendió eso del Crossing-Over.
Me contó luego que le gustaba ciento un dálmatas, pero no la uno, la dos, la ciento dos dálmatas. Yo le preguntaba cuál, la de monitos o la de personas, cuando pasó frente a mi una niña con la que me cruzo casi todas las mañanas. Ella, estoy seguro, me mira con uno de esos pensamientos punzantes. Y no es que suponga, no. No es ego ni nada de ello; me asusta que mire como mira, y que no deje de mirar hasta que la distancia se lo impida.
Volviendo al tema, yo le decía al Lucas que la de monos era mejor que la de personas cuando volví a ver esos ojos, fijos. Y para mejor me hice el loco, y seguí explicándole que los perros dibujados eran mejor porque hablaban y no solo movían la cola. En eso estaba cuando pasó por mi lado y escucho uno de esos sonoros besos como de obrero de andamio o algo así.
Siempre lo supe, sólo por sus ojos...
...Tal como hoy a la salida del preu cuando la delincuente me miró. Claro que no con el mismo fin, estoy seguro; evidentemente no voy con el perfil predilecto para una delincuente de unos 50 años, de esas que visten chalecos de lana gruesa que parecen un cúmulo de algodones de colores desordenados que un tejido...
La señora me miraba, lo sé. Y lo ví hasta el último momento, cuando el carabinero la tomó del brazo y la guió por la escalera del metro hacia la calle.
Me dió lata igual. Me cuesta entender que la tomen detenida a ella haciendo lo que hacía; si bien es ilegal el comercio ambulante, las rosas, estoy seguro, nunca le hicieron mal a nadie.
martes, 25 de agosto de 2009
Adios te digo
Desde el momento en que me desvié del camino todo ha sido un azar. Descubrí que los pasos nunca han sido mios; que sigo huellas pisadas por muchos ya. Mas hoy descubrí que han trazado un destino sobre el mío, y que más dá ahora si mis elecciones ya no saldrán de la cancha ultra-rayada en la que me muevo, Al diablo la voluntad.
¿Es que saben? Hoy me mataron un poco. Sí.
Ya no se sabe que esperar de un fracaso relativo como yo. Y lo comprendo. Soy un fiasco infinito y redundante cuando de espectativas se trata. No hay proporción para errores como el así ser. No es lindo ver como dejan de apostar por tí, y quienes algo aportan sólo lo hacen para ver el show en el que te has convertido. Todos sacan y sacan fichas, nadie invierte.
Está bien. Esa es la dinámica de la vida que tanto añoran, ¿No?. La de los "cables a tierra", esa donde el volar no se permite por miedo a que caigas (y si es en público, peor). En el fondo eres como una veta de oro; te descubren, te aman, te quitan aquello que te hace brillar y te abandonan. Así pasas a ser un recuerdo, la cascara de un sueño del ayer.
No hay más.
Y ahora resulta que tengo que pedir perdón por desilusiones que tambien son mías, evitarle al resto los problemas que me afectan una y otra vez, hacerles olvidar los errores que tengo presentes en cada segundo respirado sólo por un instante de calma. ¿Y que hay de mi calma? Como si les importara, como si pensaran en mí cuando me cortan las alas por mi bien, como si fueran capaces de ponerse mis zapatos, esos que apretan, sí, y que nadie se atreve a probar.
Parece que les encantara atenuar esta alma que vibra, que ama, que dice, piensa y habla; como si disfrutaran el saber que de a poco se borra para dejar el cuerpo, intacto, como ellos siempre lo han querido; un perfecto cheque a fecha.
Si de algo les sirve, acudiré a la realidad de un flash back.
Volveré a vivir esa vida que les perteneció, para ser el amigo que reía porque no juzgaba, el hijo en el que se confiaba, el alumno destacado, el que vivía el amor noblemente como caballero. Ese mismo, el que escribía poesía transparente y vana.
Veamos entonces cuanto quedará de Javier González luego del colado y picado...
¿Es que saben? Hoy me mataron un poco. Sí.
Ya no se sabe que esperar de un fracaso relativo como yo. Y lo comprendo. Soy un fiasco infinito y redundante cuando de espectativas se trata. No hay proporción para errores como el así ser. No es lindo ver como dejan de apostar por tí, y quienes algo aportan sólo lo hacen para ver el show en el que te has convertido. Todos sacan y sacan fichas, nadie invierte.
Está bien. Esa es la dinámica de la vida que tanto añoran, ¿No?. La de los "cables a tierra", esa donde el volar no se permite por miedo a que caigas (y si es en público, peor). En el fondo eres como una veta de oro; te descubren, te aman, te quitan aquello que te hace brillar y te abandonan. Así pasas a ser un recuerdo, la cascara de un sueño del ayer.
No hay más.
Y ahora resulta que tengo que pedir perdón por desilusiones que tambien son mías, evitarle al resto los problemas que me afectan una y otra vez, hacerles olvidar los errores que tengo presentes en cada segundo respirado sólo por un instante de calma. ¿Y que hay de mi calma? Como si les importara, como si pensaran en mí cuando me cortan las alas por mi bien, como si fueran capaces de ponerse mis zapatos, esos que apretan, sí, y que nadie se atreve a probar.
Parece que les encantara atenuar esta alma que vibra, que ama, que dice, piensa y habla; como si disfrutaran el saber que de a poco se borra para dejar el cuerpo, intacto, como ellos siempre lo han querido; un perfecto cheque a fecha.
Si de algo les sirve, acudiré a la realidad de un flash back.
Volveré a vivir esa vida que les perteneció, para ser el amigo que reía porque no juzgaba, el hijo en el que se confiaba, el alumno destacado, el que vivía el amor noblemente como caballero. Ese mismo, el que escribía poesía transparente y vana.
Veamos entonces cuanto quedará de Javier González luego del colado y picado...
viernes, 21 de agosto de 2009
Tal vez me escribió Fuguet.
Hace mucho tiempo tomé de la biblioteca de mi colegio "Mala Onda" del chileno Alberto Fuguet. Y finalmente no hubo caso; no me enchufé nunca con la historia por completo, y terminé de leerlo tal como lo empecé; Esperando un poco más.
Pasó tiempo para un reencuentro como la gente.
"Las Películas de mi vida" parecía un título atractivo para mi cinefilia frustrada, y su reseña, igualmente, lo era.
Así fue como conocí a Beltrán Soler, un hombre hecho y derecho, de esos con carrera, con dinero para vivir, con cierto grado de fama y todo aquello por lo que uno podría luchar a diario (así como a veces yo lo hago). Sin embargo con el transcurso de la historia fuí descubriendo como se caía en cosas profundas; como fue que dejó atrás vida y familia, como fue que fue a parar al lugar donde se abandonó a un destino incierto. Como terminó refugiado en recuerdos de matiné de antaño y páginas de una vida en sepia. Me pregunté: ¿Como llegaste aquí, Beltrán? ¿Cuál fue la vuelta equivocada?
Pasó tiempo. Leí "Por favor, rebobinar". Algo parecido sucedió. Acá fueron muchos, muchos tipos, llenos de ego, llenos de triunfos fugaces que con el paso del tiempo se borraron del mapa. Fueron tipos abandonados. Tipos que eligieron mal y terminaronn sólos como nadie, que cayeron en lo vano, que subieron a lo alto para caer en una profundidad más honda que su mismo origen.
A veces Fuguet me da nostalgia. Me hace recordar una parte de mi que aún está por verse. Una parte que no fluye del todo pero que siento a diario, en cada respuesta, en cada intento por hacer el día mejor, por ser mejor.
Ahora tengo frente a mi "Tinta Roja". Llevo 50 páginas como mucho. Esta vez es el turno de un escritor, periodísta y escritor. Vive sólo, con un montón de memorias, una promesa y mil fracasos. Me cuenta de la nostalgia, pero muy implicitamente. Me cuenta de su trayectoria para llegar a la nada, y de como se transformó de promesa a fracasado.
A veces Fuguet me da miedo.
Sin embargo no puedo evitar pensar que mi vida podría haber sido parte del plan de Fuguet. Y en el fondo, más que darme miedo, me aterra.
Pasó tiempo para un reencuentro como la gente.
"Las Películas de mi vida" parecía un título atractivo para mi cinefilia frustrada, y su reseña, igualmente, lo era.
Así fue como conocí a Beltrán Soler, un hombre hecho y derecho, de esos con carrera, con dinero para vivir, con cierto grado de fama y todo aquello por lo que uno podría luchar a diario (así como a veces yo lo hago). Sin embargo con el transcurso de la historia fuí descubriendo como se caía en cosas profundas; como fue que dejó atrás vida y familia, como fue que fue a parar al lugar donde se abandonó a un destino incierto. Como terminó refugiado en recuerdos de matiné de antaño y páginas de una vida en sepia. Me pregunté: ¿Como llegaste aquí, Beltrán? ¿Cuál fue la vuelta equivocada?
Pasó tiempo. Leí "Por favor, rebobinar". Algo parecido sucedió. Acá fueron muchos, muchos tipos, llenos de ego, llenos de triunfos fugaces que con el paso del tiempo se borraron del mapa. Fueron tipos abandonados. Tipos que eligieron mal y terminaronn sólos como nadie, que cayeron en lo vano, que subieron a lo alto para caer en una profundidad más honda que su mismo origen.
A veces Fuguet me da nostalgia. Me hace recordar una parte de mi que aún está por verse. Una parte que no fluye del todo pero que siento a diario, en cada respuesta, en cada intento por hacer el día mejor, por ser mejor.
Ahora tengo frente a mi "Tinta Roja". Llevo 50 páginas como mucho. Esta vez es el turno de un escritor, periodísta y escritor. Vive sólo, con un montón de memorias, una promesa y mil fracasos. Me cuenta de la nostalgia, pero muy implicitamente. Me cuenta de su trayectoria para llegar a la nada, y de como se transformó de promesa a fracasado.
A veces Fuguet me da miedo.
Sin embargo no puedo evitar pensar que mi vida podría haber sido parte del plan de Fuguet. Y en el fondo, más que darme miedo, me aterra.
jueves, 20 de agosto de 2009
Enfedmedad
Caminé como hacia atrás. Pero sin mirar.
El miedo a reconocer esos errores es tan absurdo y tan inconducente...pero ¡Dios!, es tan real que me supera. O me superó, no sé. Me gusta como estoy ahora.
Hoy amanecí así como con sinusitis, a eso de diez para las ocho. Tenía clases, pero me sentía tan mareado que me movía a una velocidad tan pero tan mínima que salí como a las 8:30 de mi casa. Y mal.
Cuando llegué al colegio ya había usado medio rollo de confort para sonarme. Mal. Luego de eso comencé a trabajar cegadamente en el pecé, con ánimos de nada y dolor en la frente. Un código, Dos códigos, Toalla nova, tres códigos, más nova. Resultado; todo mal, nuevos codigos y bolsillos llenos de nova usada.
Mal.
A eso de las 3 no dí más. Chao. Mal.
Llegué a mi casa. Pastilla, dormir. No tan mal.
Ahora no estoy así como regio estupendo, pero no de duele ni la frente ni el ojo. Bien.
¿Por qué la historia?
Porque es algo así como una analogía de este último tiempo. Entiendalo como quiera; hoy, ahora ya, sólo tengo la nariz roja, dolida, y una necesidad de eliminar toda esa congestión (ya no por la fuerza).
:)
El miedo a reconocer esos errores es tan absurdo y tan inconducente...pero ¡Dios!, es tan real que me supera. O me superó, no sé. Me gusta como estoy ahora.
Hoy amanecí así como con sinusitis, a eso de diez para las ocho. Tenía clases, pero me sentía tan mareado que me movía a una velocidad tan pero tan mínima que salí como a las 8:30 de mi casa. Y mal.
Cuando llegué al colegio ya había usado medio rollo de confort para sonarme. Mal. Luego de eso comencé a trabajar cegadamente en el pecé, con ánimos de nada y dolor en la frente. Un código, Dos códigos, Toalla nova, tres códigos, más nova. Resultado; todo mal, nuevos codigos y bolsillos llenos de nova usada.
Mal.
A eso de las 3 no dí más. Chao. Mal.
Llegué a mi casa. Pastilla, dormir. No tan mal.
Ahora no estoy así como regio estupendo, pero no de duele ni la frente ni el ojo. Bien.
¿Por qué la historia?
Porque es algo así como una analogía de este último tiempo. Entiendalo como quiera; hoy, ahora ya, sólo tengo la nariz roja, dolida, y una necesidad de eliminar toda esa congestión (ya no por la fuerza).
:)
domingo, 16 de agosto de 2009
Nuevo aire
Y Mañana abriré otros ojos, los nuevos.
Porque así son las cosas, porque así lo quiero.
Para mirarte de lejos y sentir igual
que cuando veo cielo, piedra, mar.
Porque así son las cosas, porque así lo quiero.
Para mirarte de lejos y sentir igual
que cuando veo cielo, piedra, mar.
jueves, 13 de agosto de 2009
Media hora despues
Me gusta la lucidez de otros cuando tengo problemas.
Hace como media hora hablé con una amiga de hace mucho. No sabía nada de mi situación actual, de la pena, de la ira, del corazon, del colegio,etc... Ahora sí sabe...
Le conté de ti. Sí.
Es raro, pero lo hice y en buen tono.
Le conté de como te conocí. De como pasaron las cosas y como aún no ha pasado nada. Me miraba sonriendo. Todo le causaba gracia.
Cuando llegué al punto del hoy... quedó mal. Creo que me entendió todo, pero no entendió mi actuar.
Te explico:
Te quiero más de la cuenta y, aun así, me alejaba definitivamente.
"Creo que me hace mejor olvidarme de muchas cosas. Por lo mismo, creo que la muerte del notebook no es casualidad ni problema; era la distancia obligatoria.
Por ahora no te digo que te quiero para no tenerte lejos, no quiero terminar todo lo que podría ser (aún) por una apuesta como tú; Eres demasiado, soy muy poco. Además, no me quieres más de la cuenta. Jevi. Eres un riesgo que no quiero correr.
Por eso, prefiero pensar que las cosas deben de quedar así, y esperar a que la tontera se pase sola."
Algo así le relataba acerca de ti y de lo nuestro. Pero me retó.
Esto del entrenamiento de la capacidad de Analisis para PSU funciona siempre; cuando habló, atacó directamente la base del error...
"Pero si ahora te alejas por no decirlo, ¿Por qué no mejor decirlo, explicarlo, y si es necesario, alejarse para olvidar todo?"
Pam! Sí... Pam!
Entiendo todo ahora. Creo que siempre lo he dicho; a veces es mejor que te digan que no antes de suponer que no. Sí.
Entonces, vamos. Te invito a una respuesta; de no ser así, me veré obligado a reaccionar. De una u otra forma.
Hace como media hora hablé con una amiga de hace mucho. No sabía nada de mi situación actual, de la pena, de la ira, del corazon, del colegio,etc... Ahora sí sabe...
Le conté de ti. Sí.
Es raro, pero lo hice y en buen tono.
Le conté de como te conocí. De como pasaron las cosas y como aún no ha pasado nada. Me miraba sonriendo. Todo le causaba gracia.
Cuando llegué al punto del hoy... quedó mal. Creo que me entendió todo, pero no entendió mi actuar.
Te explico:
Te quiero más de la cuenta y, aun así, me alejaba definitivamente.
"Creo que me hace mejor olvidarme de muchas cosas. Por lo mismo, creo que la muerte del notebook no es casualidad ni problema; era la distancia obligatoria.
Por ahora no te digo que te quiero para no tenerte lejos, no quiero terminar todo lo que podría ser (aún) por una apuesta como tú; Eres demasiado, soy muy poco. Además, no me quieres más de la cuenta. Jevi. Eres un riesgo que no quiero correr.
Por eso, prefiero pensar que las cosas deben de quedar así, y esperar a que la tontera se pase sola."
Algo así le relataba acerca de ti y de lo nuestro. Pero me retó.
Esto del entrenamiento de la capacidad de Analisis para PSU funciona siempre; cuando habló, atacó directamente la base del error...
"Pero si ahora te alejas por no decirlo, ¿Por qué no mejor decirlo, explicarlo, y si es necesario, alejarse para olvidar todo?"
Pam! Sí... Pam!
Entiendo todo ahora. Creo que siempre lo he dicho; a veces es mejor que te digan que no antes de suponer que no. Sí.
Entonces, vamos. Te invito a una respuesta; de no ser así, me veré obligado a reaccionar. De una u otra forma.
La Situación Actual.
Ahora tengo tiempo de pensar, como dijeron por ahí, en todo y, por sobre todo, en mi. Eso quiero.
Me duele/molesta creer que paso más tiempo pensando en tí y en nosotros que en mí. Que te antepones a mis posibles pasos y que cualquier acción puede tener una variable perfecta a tu lado.
A veces no te quiero en mi futuro, y en un buen sentido. No tengo nada en tu contra, pero si el ser nosotros significa ser yo detrás de tí casi secretamente, no vale. No me vale.
Me cansé de esperar que vibres con mis ojos, de que intentes saber un poco más de mí. Es que me gustaría importarte un poco más; lo suficiente como para que pienses en mí al menos tres veces al día, que me encuentres en canciones de esas que me gustan, con escencia, casi con vida. Quiero estar en tu cielo y en tu noche, en tus sueños y en tu venas.
Pido mucho. Quiero que de cada 10 latidos de tu corazón, uno me corresponda.
Y no. No se puede, no quieres. No me quieres y ya. :)
Sin embargo eso del olvido hace efecto. Si bien te pienso, cada vez cobras menos sentido.
Me encanta. Pronto estarás completamente fuera de las cosas importantes.
Me duele/molesta creer que paso más tiempo pensando en tí y en nosotros que en mí. Que te antepones a mis posibles pasos y que cualquier acción puede tener una variable perfecta a tu lado.
A veces no te quiero en mi futuro, y en un buen sentido. No tengo nada en tu contra, pero si el ser nosotros significa ser yo detrás de tí casi secretamente, no vale. No me vale.
Me cansé de esperar que vibres con mis ojos, de que intentes saber un poco más de mí. Es que me gustaría importarte un poco más; lo suficiente como para que pienses en mí al menos tres veces al día, que me encuentres en canciones de esas que me gustan, con escencia, casi con vida. Quiero estar en tu cielo y en tu noche, en tus sueños y en tu venas.
Pido mucho. Quiero que de cada 10 latidos de tu corazón, uno me corresponda.
Y no. No se puede, no quieres. No me quieres y ya. :)
Sin embargo eso del olvido hace efecto. Si bien te pienso, cada vez cobras menos sentido.
Me encanta. Pronto estarás completamente fuera de las cosas importantes.
sábado, 8 de agosto de 2009
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