miércoles, 9 de junio de 2010

Los inseparables

Hoy entré a una tienda de mascotas. No sé porque la verdad, pero pucha, demasiada economía en la cabeza; un respiro siempre es bueno.
Cuando veo las vitrinas de las culebras vacías siempre entro en pánico. Mi mente hace link con toda esa cantidad de cosas televisivas donde las culebras juegan importantes roles (entiéndase por Anaconda, Serpientes a bordo y esas volás locas).
Nunca me fijo mucho en los pájaros. Es triste verlos en espacios tan reducidos, limitarles tanto a un espacio que no les es propio, que pierde lo tridimensional con lo amplio. Entonces veo Hamsters, con ese caminar raro, y los ratones, y las ratitas que no son ratones porque son rubias (?). De pronto, pájaros de nuevo. No son feos; les veo el nombre "Los inseparables". 

Creo que dejé escapar mucho tiempo luego de contarlos y descubrir que eran cinco, no cuatro ni seis. Y fue más terrible descubrir que entre todas las parejas felices se encontraban dos ojos perdidos, y si mi imaginación me falló es posible que haya creado la cara de pena que vi y que no haya sido el pájaro quien moría de pena.



Es como "muerase de pena" por 29 mil. Mate de pena por 29 mil.


3 comentarios:

Vicky dijo...

Me identifiqué tanto con esto... recuerdo haber pensado exactamente de la misma manera hace un par de años, cuando estaba en una tienda de mascotas y una persona preguntó si comprar uno solo daba lo mismo y el vendedor le respondió que si ponía un espejo en la jaula ellos vivían más.

@dmperez21 dijo...

Supongo que somos tan animales como ellos... y con uso de razón

AM dijo...

Ay! pucha ke me dió pena... por lo ke sabía ellos se mueren si no tienen a su inseparable... como nosotros? ya no sé nada...