sábado, 29 de enero de 2011

Volver a asumir que hay una capacidad por ahí escondida de confiar; volver a creer en uno mismo, volver a creer en los demás, dejar de confiar en quienes no corresponde.
Hay todo un proceso asociado al dar pasos; tiempo y pruebas no faltan, mucho menos destino. No voy a rehuir al paso del tiempo, no esperaré toda mi vida para terminar comprendiéndola en partes y haciendo checklist de mis errores y de cuanto hice/noHice. 

Siempre he sido de los que se desvía de la ruta porque un semaforo está en rojo o porque una calles está más linda que la otra; creyendo ciegamente en el azar descuido los pasos, pero es un descuido tan bondadoso que me lleva a donde debo llegar. Siguiendo la lógica de la vida, es posible que cada paso ya dado, aunque haya dolido, nunca haya sido en vano.

Quiero sentir que crezco y no solo; me gusta esa sensación de entender el mundo por más de dos ojos.

viernes, 28 de enero de 2011

... y despertar mucho mejor.

Tal vez hacía falta tiempo para darse cuenta de que lo mejor siempre está por venir. Hoy quiero confiar en mi; una vez listo con esto, lo demás será dejarse ir.

Y vamos a seguir leyendo a Cortazar y caminando por las calles que hago mías a la fuerza, y sin abusar de la noche aprovechar cada una de ellas.

sábado, 22 de enero de 2011

Rayuela siempre me abre los ojos un poquito más...

jueves, 20 de enero de 2011

Secantes

Con cada nuevo sol arrastro miedos de los días anteriores. Tengo que parar con las malas costumbres y escucharme a mi y nada más. No más de escuchar lo que dicen acá a metros ni lo que deshacen a kilometros; al final parece que cuando más en sintonía conmigo estoy mejor funciono.

Hoy es el día del temblor, y las piezas ya acomodadas múltiples veces se derrumban. No sé que me falta; tal vez es porque esta noche se respira vacía pero suena como pocas. Siento que mi corazón no quedará tranquilo si no escribo la palabra corazón y sentir en algún parrafo, y el ahogo me ataca, porque no sé por donde partir las explicaciones de algo que no existe.

Yo crecí un poquito, y es bueno. Pero esta noche, no sé por qué, todo se hace invalido, y el avanzar es una herramienta sin fin claro, que usé despiadadamente para buscar un bienestar que no se sustenta ni en si mismo. Soy el que nunca pierde los estribos, por el contrario, soy el que los dirije firme pero mal.


martes, 11 de enero de 2011

Matarlo todo durmiendo.

viernes, 7 de enero de 2011

Rutas perdidas.

   De pronto no tienes idea de si el partir de cero una vez más es una idea buena; es enero de nuevo, y cada día en otra vida fue exactamente otra cosa. Tienes en la boca el gusto de la equivocación, y caes recurrentemente en las mismas calles que te llevaron a perder todo cuanto tenías; el tiempo, el espacio, el ser. No sabes hasta que punto sea bueno que enero esté acá, porque febrero y marzo no se detendrán; a estas alturas cada paso está cubierto de miedo porque el orgullo te impide caer de nuevo en lo mismo.
      Ruegas por obtener de una vez por toda algo real, pero parece ser que con tu corazón ya no se puede, al menos no hoy por hoy. Vas cayendo en los malos pasos, en la vida de quien mató a palos su memoria. Te refugias donde no te encontrarán; haces tuyos espacios terribles y terminas por hacerte cada vez más parte de la ciudad que te consume. Ya no hay horas ni fechas, el caminar es un deporte para la mente. No sabes nada, y si algo supiste se quedó en el camino. Te has convertido en un cobarde, y como todos los cobardes sonríes y hablas y compras y bailas, pero no serás capaz de mirar a los ojos a nadie, nunca, por miedo a ver en ellos cuanto buscas y no tienes.  En una dinámica enferma terminarás consumido por ti mismo, en la soledad de una isla en un  archipiélago. Todos están ahí, y afuera hay un mundo. En cambio tú no estás ahí, y tú mismo, por completo, eres tu mundo.