jueves, 27 de agosto de 2009

La delincuente.

Hoy vi como se llevaban a una delincuente. Así de frío, como a dos metros de distancia de mis pasos, a punto de ser menos de no haber sido por el respetable señor carabinero que me salvó de su intervención en mi vida.

De un tiempo a esta parte acostumbro a andar en metro un poco más de la cuenta. Es lo mejor para leer tranquilo; basta con usar mis súper audifonos para encerrarme completamente en la lectura de lo que sea/tenga.

Sin embargo no todo es leer. No. Creo que antes lo dije; Me encanta mirar santiago al atardecer desde el metro, y volver sobre la misma linea para ver como la luz del sol se pierde en el horizonte para ser reemplaza por las titilantes luciernagas de la vía pública... Y bueno, entre mirador y Bellavista la florida mirar hacia la cordillera y ver esos caminitos de luces que suben o bajan, no sé, pero que están ahí parpadeando. Es lindo, en serio.

Como dije, hoy un señor carabinero me salvó de una delincuente. Sí.

Estoy seguro, por sus ojos, que quería hacer de mí su víctima. Es rara esa sensación, cuando se está conciente de que alguien te acecha. Sea en buena o en mala, es igual. No es intimidación, no sé como definirlo en realidad. Es como saberse el objetivo de algún pensamiento que ejerce ese deseo de ir más allá, de intervenir...

Hoy en la tarde me pasó algo así... Venía del colegio con el Lucas, mi hermanito. Me decía algo de un Dálmata, que no era dálmata porque tenía manchas pero estaban como desteñidas, como desparramadas. Yo miré al perro y le hablé de genética. Lo asombroso es que estoy seguro de que me entendió eso del Crossing-Over.

Me contó luego que le gustaba ciento un dálmatas, pero no la uno, la dos, la ciento dos dálmatas. Yo le preguntaba cuál, la de monitos o la de personas, cuando pasó frente a mi una niña con la que me cruzo casi todas las mañanas. Ella, estoy seguro, me mira con uno de esos pensamientos punzantes. Y no es que suponga, no. No es ego ni nada de ello; me asusta que mire como mira, y que no deje de mirar hasta que la distancia se lo impida.

Volviendo al tema, yo le decía al Lucas que la de monos era mejor que la de personas cuando volví a ver esos ojos, fijos. Y para mejor me hice el loco, y seguí explicándole que los perros dibujados eran mejor porque hablaban y no solo movían la cola. En eso estaba cuando pasó por mi lado y escucho uno de esos sonoros besos como de obrero de andamio o algo así.

Siempre lo supe, sólo por sus ojos...

...Tal como hoy a la salida del preu cuando la delincuente me miró. Claro que no con el mismo fin, estoy seguro; evidentemente no voy con el perfil predilecto para una delincuente de unos 50 años, de esas que visten chalecos de lana gruesa que parecen un cúmulo de algodones de colores desordenados que un tejido...

La señora me miraba, lo sé. Y lo ví hasta el último momento, cuando el carabinero la tomó del brazo y la guió por la escalera del metro hacia la calle.

Me dió lata igual. Me cuesta entender que la tomen detenida a ella haciendo lo que hacía; si bien es ilegal el comercio ambulante, las rosas, estoy seguro, nunca le hicieron mal a nadie.

2 comentarios:

Talk eyes dijo...

ajajajajaj :D
pero javi! ,me gustó como relataste esta historia!!!..

y si tienes razón con lo bonito q se ve de noche por esas estaciones *-* hace unas semanas pensaba q santiago era feo y al mirar no sentia ese placer q cuando conoces otro lugar...
y una tarde me perdi en esos atardeceres , son hermosos!!! :D

y .....plop con q tu hermanito haya cachado crossing over XD..

abrazos javi!
nos vemos en alguna junta noble ♥

Nicou.

Vicky dijo...

Que tierno que tu hermanito te entienda el crossing over, yo todavia no me lo aprendo :/ Me dan ganas de decirte que me encantaría ver esos atardeceres contigo porque te psicopateo el blog y encuentro que tenemos tantos gustos en común, pero eso sería ser tan acechadora como la niña que te tiró un besito, asi que mejor no te digo nada jaja :)