martes, 31 de agosto de 2010

Yo no se nada del mundo

Y el mundo no sabe de mi...

Yo no sobreviví a la liquidación de saldos, es eso, y ahora recorro paisajes que se revelan como espejos del tiempo quemado.

lunes, 30 de agosto de 2010

Me gustaría saber que cosas decir en momentos difíciles, pero estoy tan nublado... Lo siento. De verdad lo siento, pero soy el ser menos funcional para lo que sea.
No me gusta ver el mundo desmoronarse. No quiero más. Puedo evitar muchas cosas, pero estas cosas seguirán ahí. Sólo para ejemplificar; mi abuelo no volverá, mi papá no dejará de llorar porque yo no lo vea, mi mamá no dejará de preocuparse si yo me hago el leso... Nada volverá a ser lo mismo si sólo espero; ¿Y haciendo cosas? ¿Cambiará algo?
Cosa de actitud tal vez. De todas formas la actitud no está, y necesito refugiarme, necesito tener donde volver...

domingo, 29 de agosto de 2010

Tengo que arreglarme

No quiero que se me vaya de las manos el instante. Tengo que hacer cosas al respecto y repararme, urgar en los agujeros negros, extirpar el miedo del cuerpo (no sé si de la dimensión psicológica pero sí física). Al final yo también me enfermo; son otros achaques, pero de todas formas me convierto en una masa que siente sin pensar.

"Han pasado tantas cosas y no me ha pasado nada". Creo que es un problema...

sábado, 28 de agosto de 2010

ilógico y contraproducente, enfermo de dentro, agujero negro. Hay que sentarse a reflexionar, pero lejos.
Agosto se lo lleva todo. Cada vez tengo menos ganas. Es una pena la verdad.

How to disappear completely

Reformulaciones, aire y agua con azúcar. Hay que dormir y mirar de más lejos.
perdón por ser y querer.
chao.

viernes, 27 de agosto de 2010

A las tres am suele darme un miedo intenso. Es el silencio, creo, y la posibilidad de que alguna voz desconocida lo rompa en un grito. Eso me da pánico, más ahora que por cosas de la vida me siento un pollo.

jueves, 26 de agosto de 2010

No sabe cómo pasa el tiempo; no sabe cómo, así que se sienta en aquel lugar donde más viento pasa, donde más hojas secas caen, y ve como cada microinstante fluye, como el viento se lleva todo, tierra, basura, parte de él. Y se vá, todo se vá y se pierde.
Ya no quiere caminar. No es algo para siempre, no. Es un instante. Es el instante en que ya todo deja de tener sentido y agrada, el instante en que ya deja de ser él y sus condiciones. Ya no pensará, no por un segundo. Sentirá y nada va a cambiar. Sin embargo el viento habrá barrido, y del todo sólo quedará la mejor parte.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Seguir.

Lo dinámico obliga; la vida sigue. Los escenarios cambian, los mapas se reformulan...

martes, 24 de agosto de 2010

24 de agosto

Son las 8:23, dormí pésimo, perdí tiempo como idiota en la madrugada. Estoy medio vestido y en el aire. Mi hermana llora. Siento vacío, más todavía.
Son las 8:24, y hace cosa de minutos supimos que mi abuelo tuvo un accidente. Falleció. Y no puedo creer que sea verdad, no puedo creer que sea verdad. No es verdad, ya es demasiado. 
Me pesa algo ausente dentro.
Los esquimales van a escapar del verano. El iglú se derrite, sus tierras (de hielo) desaparecen. Los esquimales tienen miedo; se acaba la comida. El hielo se partió en dos. Los esquimales se separan lentamente. Uno flota rumbo al verano. El otro, aun en invierno, se congela.
- Demasiado... No demasiado no. Nunca es suficiente.

lunes, 23 de agosto de 2010

- A ver, ¿Cuantos eran?
- Dos.
- ¿Dos?
- Dos.
- ¿Doz?
- Doz... es que parece que tengo la lengua más larga... No sé, como que no calza con la mandíbula.
- A ver. Abre la boca.
- No... y lo otro... como que el aire tiene filtraciones en mi boca... Fijate...
- Ah! Madonna puede hacer lo mismo
- ¿Sí?
- Sí.
- Entonces no soy tan especial...
- Yo he estado aquí antes. Pero de día...
- ¿Sí?
- Sí. He estado ahí al frente, ahí... Por allá hay un Barco... Pero no en el mar.
- ¿Cómo?
- Así, pos... Hay un barco... en la tierra....
- Bonito!
- No soy bonito...
-Pero yo te encuentro bonito...
-Eso es súper subjetivo... Ah,  mira, tengo la cara suave...
-¿Sí?
- Sí. Me lavé la cara... harto... y con azucar...
Brígidamente me empieza a doler el estomago, abajo, a la izquierda. Ese lugar que resiente de alguna forma que no comprendo todas las veces que descubro que la vida es terrible por algún motivo netamente personal.
Porque al final aunque ponga la cara que ponga, me duele que pasen estas cosas. Pero es una estupidez; es una estupidez enojarse porque no sepan lo que uno se esmera en esconder. Y es una tontera que te duela la nuca cuando sientes que nada tuvo sentido, que eres tú quien siempre falló cuando quisiste ser lo mejor. Y te miras las manos, vacías de nuevo, porque ya no tienes nada más que dar, porque estás agotado. Lo peor es que el corazón no lo entiende ni lo hará por ahora, y te empuja a seguir adelante, sin saber como ni cuando, sin tener excusas válidas más que el sentir.

Entonces se suman un montón de corporalidades que se involucran para hacerse presentes en un dolor bastante disimulado; tal vez ni sea dolor, quizá sea normal. Pero te hace falta algo, porque no tiene sentido sentir tanto; esta búsqueda te hace ser testigo de cada centímetro de ti mismo; y cómo pesa saber, cómo pesa el ignorar, cómo pesa el tiempo y sus consecuencias. Ya no quieres nada, pero si te quedas, tampoco hay nada.

Es cosa de tiempo, y te vas a tranquilizar. Y puede que incluso olvides; y olvidarás sentir tanto así como para que ya nada duela. Uno cada vez cree menos. Uno cree en Dios, cree en los padres y/o cree en la gente particular, pero de pronto cada uno de ellos en desequilibrio se involucra o mucho o simplemente sientes su ausencia, y para cuando no te queda nada, para cuando entras en conflicto, siempre te quedará una opción donde acurrucar tu pena, un espacio para ti y nadie más.

Esta noche no hay que pensarla, hay que sentirla. Y siento tan lejos, tan ausente... que al final suspenderse es lo más sano, suspenderse ante todo, porque así no duele, porque así no cuestionas. Vives menos, pero vives mejor. Respiras menos hondo y todo pierde color. Lo blanco y negro, lo sepia... a veces ayuda.

domingo, 22 de agosto de 2010

Creo que después de todo estamos perdidos ambos a nuestra manera. Y yo ya no puedo ayudarte a encontrar nada; nunca lo hice y no lo haré mientras tu así no lo quieras.
Entonces se nos acaba la tregua y siento que el tiempo se me escapó de las manos; que estamos donde mismo o más atrás... Más atrás, sí... porque ya no tengo estrategias.
Siento, junto con el peso de una lucidez casi enfermiza, que dí todo cuanto pude. Hay líneas infranqueables; yo ya crucé demasiadas. Ahora me voy, no sé si con la frente en alto, pero con el alma tranquila; agote mis posibilidades.

Si algo hay, está en tus manos. Yo ya me disolví.

sábado, 21 de agosto de 2010

Aquello de estirar los minutos como chicles y ser felices por micromomentos...

jueves, 19 de agosto de 2010

Jerarquías, recuerdos y otros monos

Para continuar con la función subirá al trapecio, dará cinco vueltas en el aire y esperará que la tierra se abra.

martes, 17 de agosto de 2010

Me gustaría tener palabras y medios para momentos como este...

lunes, 16 de agosto de 2010

Es eso; me gustaría saber si aún queda tiempo para cantar "Maps" de Yeah Yeah Yeahs como un Himno; con fuerza y esperanza; Saber si cuentan realmente los momentos, las proyecciones, el haber intentado ser lo mejor; si cuenta el seguir contando días y pasos, y rezar, y reír, recordar...
No puedo exigir seguridades en estos momentos, pero siento que de alguna forma logramos ser algo bueno. Tal vez en algún momento perdimos el norte, es cierto, pero estamos (estábamos?) a tiempo de hacer cosas al respecto.

La única seguridad que necesito por ahora es saber que quieres seguir adelante. Las demás son preocupaciones que adornarán, llenarán vacíos predefinidos para ellos... Sospecho que esa seguridad indicará algo. De no ser así tengo un montón de planes para eliminar, y otros pocos para que el cielo no se pierda.

La indiferencia.

Me gustaría saber realmente hasta donde pueden llegar/deben las esperanzas.

domingo, 15 de agosto de 2010

Leer Rayuela

Aun no termino, pero siento que leer Rayuela es casi volver sobre mis pasos. El punto clave de todo esto es que estoy encontrando casi el punto en donde estoy ahora; casi coinciden mis letras con las que he leído. Es toda una experiencia, pero en serio; como que cada palabra no es que duela por primera vez, sino que es una segunda vuelta pero con una visión más amplia de cada asunto. Como si esta vez sí se desarrollaran los trasfondos de lo que pasó día a día, de las explicaciones que no dí y las que no escuché.

Leer Rayuela me tiene... no sé si mal, pero hay algo, algo poderoso que me desarma en el mejor sentido de la palabra; ese que me permite ver todo con otros ojos y armarme de nuevo para corroborar el paso de lo que aún no termina.

sábado, 14 de agosto de 2010

El destino y los ataques a la memoria.

He sido de los que creen en los signos, en el destino, en que la vida se nos muestra y desarma para guiarnos. Pero a veces le temo a todo.

Temo a la casualidad, a verte donde no estás, a encontrarte en pedazos por la vida. Ver tus zapatillas, tu polerón, recorrer tus lugares, escuchar tu música... Temo que de pronto todo me esté amarrando, que me tire a donde aún no debo correr. No quiero hacer las cosas antes de tiempo; quiero que las cosas salgan bien y como tengan que salir.

viernes, 13 de agosto de 2010

Procesos

Me gustaría pensar que las cosas serán diferentes. La vida es una, ¿Sabes?
Yo me he estado perdiendo. Tú igual. La vida es una, ¿Sabes?
Deberíamos aprender uno del otro. Crecer juntos (aunque acepto que me gustaba eso de crecer revueltos). Hay cosas que no lograremos cambiar de la noche a la mañana, pero siempre podremos hacer algo al respecto. La vida es una; no debemos olvidarnos que tenemos 18 por una vez en la vida; que tendremos 19 y será lo mismo pero un poco más, y que se nos irá de las manos vivir pensando en proyectos, se nos escapará el ahora pensando en cinco minutos más, en diez más, en meses más...
Imaginaba que eramos un tanto felices la verdad; me siento egoista un poco por eso; porque disfruté mucho de ti mientras tú insistías en sutilmente... lograr algo?.

Hay cosas que no cambian de la noche a la mañana, incluyendo nuestros detalles y mis esperanzas.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Para un once

Imagino que debe ser siempre así en estas situaciones; como que uno queda con esa tendencia a recordar canciones, lugares y formas comunes (de comunidad, de tu y yo, de ese sentido de común). Yo pensaba que de verdad no importaban muchas cosas mientras fuéramos dos; ¿habré dejado mucho al azar o destino? ¿Demasiado juego de pestañas y poca determinación?

Uno queda con la tendencia a recordar esas cosas, esas sensaciones. El olor del perfume en mis manos o en mi ropa, el sabor de la boca en la mañana, los lugares comunes, el tacto... Debería recordar la cancha que rayamos, el momento preciso en que decidimos alejarnos, pero siento que si traspaso la barrera de los recuerdos no puedo evitar que me invada una buena sensación que de pronto se transforma en ansiedad al ver mis brazos vacíos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Los espirales me tienen donde mismo estuve hace más de un año. La vida es extraña y amplia, y me pierdo un poco, y me vacío cada cierto tiempo.

sábado, 7 de agosto de 2010

The Breeze

Me cuesta pensar que esta noche me quedaré en casa pensando sin hacer nada por nosotros. Sospecho que tiene que ser así, pero me cuesta.
Sospecho también que en verdad hay cosas que no son casualidad. El encontrarnos (ayer y en la vida) no pudo serlo; la casualidad tiende a ser menos perfecta. Sin embargo es así; y no te crees la cantidad de cosas que mi mente intranquila puede deducir del simplemente habernos encontrado en el metro. Santiago es una ciudad demasiado grande (al menos el nuestro).
Es más. Creo que justo antes de que llamarás diciendo "Javier, ¿por qué me haces esto?" pensaba en que santiago no es una ciudad para olvidar; que de alguna forma consigue apretar como Zapatilla nueva rebelde. Creo que una vez me paso algo así; por más que usé una zapatilla nunca me acomodó y quedó guardada casi como nueva.

Creo que lo mejor que logro sacar de todo lo que nos ha pasado es esto del juego de las verdades; filtrar cada vez menos. Pienso que eso provocará una serie de reacciones, como que al escuchar en una canción un "¿que nos pasó?" reírnos (tal vez porque lo tenemos un tanto claro; no es nuestro tema por ahora).

Esta noche he de hacerme la idea de que es lo mejor no exponerme a la casualidad; dejarte hacer vida. No es nada fácil; nada de nada. Tengo muchos miedos, tal vez lo más es eso de esperar cosas de vuelta, de no saber cuanto tiempo sea el necesario para sentir (de nuevo?). Todo(s) hablan de cambiar el canal; yo creo que estoy esperando que terminen las publicidades para volver al programa y ver como se viene este segundo bloque.

Es raro. En mis palabras (los parrafos anteriores) hay cero seguridades. Al leerme, leo un montón de "Creo que" o "Sospecho qué". Sé que es una muletilla fea; pero es la que queda cuando no hay un suelo firme, cuando el marco es variable, cuando las cosas no andan del todo estables. No me siento un hombre que sabe, nunca lo he sentido y cuando se trata de querer, todo esto se reduce a la mínima expresión.

Ahora, me gustaría mucho que pudiese UD. darse el tiempo de escuchar esto; y si tiene tiempo buscar la letra. Podría yo aplicarme con Links, con la traducción misma (o tal vez con un video más creativo). Creo que el no hacerlo es parte de la prueba.

jueves, 5 de agosto de 2010

El tiempo y la furia.

Al final siempre entendí.
Con eso voy a que también fue mi culpa.





Es una forma sutil de aceptar que al final hay un dejo de esperanza, no sé si más o menos que eso. De todas formas yo una vez me agoté; no es primera vez. Es posible que al final sea el tiempo el que me arrebata lo que quiero; que sea la fugacidad propia de un sueño, no sé.