Y cuento los suspiros a lo largo del día, mientras la angustia me consume por dentro. Aguanto la tentación de dar señales de vida, aún recordandote a cada veinte minutos. Es que aunque ni quiera, te pienso bastante.
Recurro entonces a los recursos más absurdos para olvidar que existes, como dibujar paisajes que lentamente se convierten en tus ojos, o escribir palabras por escribirlas y terminar definiendo cada sentimiento que me viene implícito tras tu nombre. Termino haciendo poemas, esos que, indirectamente, gritan un "Te quiero más de la cuenta".
A veces, es mejor no verte. Sí. Porque para cuando lo haga, me será imposible no perderme en tus facciones, y no resistiré la caída hasta lo más profundo de tus ojos. Dejar una distancia prudente entre tu y yo me será de gran dificultad , tomando en cuenta lo impulsivo de mis brazos que mueren por abrazarte una vez y otra más. Y si no hablo de mis manos es porque no han tenido el placer de conocer tus texturas, de haberlo hecho, te lo aseguro, mis caricias jamás te abandonarían.
Pero no sé cuanto quieres en verdad de mí.
A veces quiero quererte, y no me importa cuanto más de la cuenta. Pero le temo a tu dolido corazón, ya frágil producto del frío, la melancolía y la soledad. Le temo tambien a tus ideales, seguramente no llego ni a los talones del estereotipo que has esperado toda tu vida. Compararme con ellos sería convertirme en la nada misma.
A veces sería noble quererte más de la cuenta. Mas hoy solo te quiero mucho, y eso, creo yo, cuenta.
3 comentarios:
O.o
creo haber entendido mucho.
Es rico sentir más de la cuenta, aunque no siempre, pero es inevitable :/
Saludooos*
Le dedicaría esto a la persona que he conocido toda mi vida, y ha estado conmigo siempre, como dice en aquella película. Claro, toda la vida, en mis sueños.
Es inevitable sentir, pero a veces es mejor sacarlo todo de la forma mas pertinente, al menos creer que lo es.
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