Aun no termino, pero siento que leer Rayuela es casi volver sobre mis pasos. El punto clave de todo esto es que estoy encontrando casi el punto en donde estoy ahora; casi coinciden mis letras con las que he leído. Es toda una experiencia, pero en serio; como que cada palabra no es que duela por primera vez, sino que es una segunda vuelta pero con una visión más amplia de cada asunto. Como si esta vez sí se desarrollaran los trasfondos de lo que pasó día a día, de las explicaciones que no dí y las que no escuché.
Leer Rayuela me tiene... no sé si mal, pero hay algo, algo poderoso que me desarma en el mejor sentido de la palabra; ese que me permite ver todo con otros ojos y armarme de nuevo para corroborar el paso de lo que aún no termina.
1 comentario:
Creo que me pasa lo mismo y jamás lo he podido explicar. Prefiero decir que me cuesta mucho terminar el libro porque... no sé, a veces siento que me hace un poco mal verme reflejada en palabras del maestro. Cosas de discapacitados emocionales.
Publicar un comentario