Javier dice que el mundo es fácil. Luego se acuesta en un sobre, reacciona con miedo, cierra los ojos y sueña despierto, imita un avión, se abriga con una ampolleta encendida, vive de cuentos que no se han inventado que de a poco se transforman en un producto audiovisual de "mala calidad" porque abusa del silencio (chileno?), dice muchas cosas que se entienden tanto como el septimo canto de Altazor, sonríe porque hay hojas que aún no caen, le hace la desconocida a los rojos, mira de reojo el espectáculo de la vida de los otros, responde a las inquietudes de la soledad sólo si esta le promete marchar luego, come pizza a luca y se siente bendecido.
"Javier!" le digo. Y no escucha. Se hace el leso parece. Nadie sabrá nunca lo complejo de su fácil existencia, creo yo. A él no le importa, de eso estoy seguro.
Javier, aterriza. En serio sí.
2 comentarios:
me encanta tu blog, es como todo lo que quisiera poder escribir y en vez tengo que recurrir a leerselo a otros, o escucharlo y cantarlo como imbecil de canciones.
eso.
vale salvatierra
lo que todo soliloquio autobiográfico debira tener ♥
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