miércoles, 5 de mayo de 2010

La Science des Rêves


- ¿Has estado llorando? Me gusta cuando lloras porque tienes que ponerte las gafas... En realidad, no me gusta que llores... Me resulta horrible. En especial, si no es por mí... ¿Llorarás un poco cuando yo muera? Odio a la gente que finge querer que todos celebren su muerte, y todo el mundo se está divirtiendo en la fiesta y a nadie le importa un bledo el muerto. Eso es horrible, mierda... Es como :"Acuéstate con mi novia después de mi cremación; ¿Te importa?" Pero en mi caso, el problema es que no tengo novia. Y no estoy muerto... 
 A veces uso mis Jeans por más de una semana hasta que estén bien sucios. Eso me hace sentir más cerca de ti.

- ¿Que quieres que diga de eso?

- Nada. Nada... ¿Cómo está tu novio? ¿Tienes un novio nuevo? Uno de pelo largo que practica salto de caída libre y surf... ¿Te lleva a hacer surf? Invitame, iré contigo. No sé hacer surf, pero, quiero decir, si quieres....

- No tengo novio. Y tienes un problema grave de distorsión de la realidad. Podrías dormir con todo el planeta y aún sentirte rechazado... Por favor, quisiera que te fueras...

-Me gustan tus pechos.... Me gustan tus pechos. Son cordiales y modestos. Te agradecería si algún día me los muestras.

- No hay mucho que ver, Vete.

- El entrepiso...Terminaste el entrepiso... Pensé que nunca lo terminarías...Como el bote y todo lo demás... ¿Es fuerte? ¿Resiste un tipo? ¿Una pareja?

- ¿Que estás haciendo? Sal!, Sal de ahí o llamo a tu madre!

- No, ¿A mi madre? No. No. No a mi madre.

-Perderás tu vuelo.

- No me importa. No me importa.

- ¿Por qué me haces esto? ¿Qué te he hecho? Dime, ¿qué quieres que haga?

- No lo sé... ¿Tal vez tocarme el pelo o algo?

- No puedo hacer eso... ¿Por qué yo?

- Porque todas las demás son aburridas. Y porque eres diferente. No te gusto, Stéphanie... [...]

- ¿Stephan?...


Entonces Stéphanie sube a su lado, se recuesta y hallándolo dormido comienza a acariciarle el pelo. Y Stephan duerme, porque en el fondo esa es la realidad que elige. Stephan  no quiere encontrar sentido, sólo siente y se deja llevar como un niño, y sube al barco, aquel que contenía un bosque que buscaba su "Mer", que podía ser entendido como Mar o Madre en frances, curioso. Y permanece ahí, casi en sus brazos, viviendo una vida que no le corresponde sólo por no ser vida sino fantasía.  Y navegan mar adentro hasta perderse en el mar de celofán...

No hay comentarios: