domingo, 23 de mayo de 2010

Y en un impulso no resuelto decir que te quiero, no porque esté respirando entre canciones que lo imprimen, sino porque en verdad lo necesito. Quiero que sonrías y nada más.
Entonces se desencadena todo, y no paro de cantar esa canción que nada tiene que ver con nosotros pero suena bien después de todo, y en un trance mis brazos te alcanzan, y no te suelto esperando que nunca se acabe ese hilo que se tensa entre tú y yo.

1 comentario:

Francisca dijo...

(: me ha pasado eso de que la cación no dice nada en especial, pero que la melodía te transporta a los abrazos que diste ayer.

Esos son los memontos que valen la pena, los que hay que atesorar y por supuesto, los que te ayudan a seguir adelante. Recuérdalo. Siempre que la cosa se ponga cuesta arriba, no dudo que esos compases sin sentido te llevarán a tu lugar feliz... y te hayarás sonriendo otra vez.

Poniéndole todo el pagüer!
tqm, cielo.