viernes, 3 de diciembre de 2010

PD: me gustan tus pies

Dar un paso atrás, pero uno de verdad, así como para asumir todas las cosas desde un punto neutro.
Entonces puedo decir, con todo derecho, que de pronto es cierto que no estabas bien, y que yo me creí lo suficientemente mucho para hacerte bien. Fui iluso y pretencioso, pero compréndeme también; estaba sintiendo de una forma que no conocía.
Porque de pronto todos los momentos podían ser disfrutables; de pronto un roce poco casual con nuestros nudillos en el fierro del metro, o tu pisando la punta de mis pies mientras nos mirábamos en el vidrio. Sonreíamos.
No voy a decir que siempre fue feliz. Para mi tampoco lo fue.
Mi mamá por mucho tiempo insistió en que me bajoneabas, que me preocupaba demasiado por ti y cosas así. Pero el tema pasa por el hecho de que nadie sabía cuanto más había en nuestro mundo; cuanto más de esa materia extraña podíamos conseguir de entre nosotros. Tal vez no fue amor, pero servía para hacernos compañía, para romper las barreras que existen con el resto del mundo. Sea como sea, eramos otra cosa.
Es cierto que el que yo viera las cosas de cierta forma era de lo más subjetivo; era normal. Pero me dolió de verdad saberlo tan tardíamente y en ese punto. Y no sé si fue lo mejor que en problemas anteriores hayamos determinado que en verdad la solución a estos era tan compleja e inexistente en nuestras posibilidades que lo mejor era vivir con ellos y abrazarnos un rato, para luego comer pizza y seguir queriéndonos o algo así. Yo, al menos, te quería en ese momento, y de una manera especial porque lograste sacarme del vaso en que me ahogaba con una frase que no estoy seguro de si recuerdo bien, pero era algo como "No sé que hacer, no sé. Pero lo que sí sé es que quiero acercarme un poco, que me mires y que me dejes abrazarte una vez más".
Hoy recuerdo estas cosas pero ya no con pena. No sé que sucede, porque asumo que para mi las cosas siempre serán dificiles de comprender. Pero esta noche podría reir como tarado pensando en que eso sucedió alguna vez; que posiblemente independiente de cuanto logre o escriba en la vida las cosas no volverán; que esta noche es única y que de pronto volveré a sentir con esa nostalgia propia de un corazón a media marcha.
No sé si me hace precisamente feliz saberte tan lejos; de pronto siento que si te aproximas demasiado me será difícil pensar. Pero por otra parte, hay algo que tal vez no debería morir. Algo extraño, como una amistad a medias o amistad y media, no sé. El punto es que quiero que mi vida sea corta, que tenga lo preciso, y quiero que me abracen una vez más pero de verdad, y que no se agote nunca esa energía que me llevó a ser lo que alguna vez fui.
Ya no quiero perderme más. Debo asumir las cosas como son y fin. Me da miedo pensar que de pronto la vida en verdad no es tan sabia, que el destino tal vez si es malo. Pero no hay medios para comprobarlo, no hay forma de saberlo ni aun cuando pasen los años. Fuimos opciones dentro del camino; bifurcaciones que nos llevaron en espiral a donde mismo. Ahora somos eso con más kilometraje, pero por alguna razon estamos a kilómetros de distancia. Algo sucede, y yo no sé manejar las distancias, porque por mi caminaría solo por santiago todos los días.
Me gustaría de pronto saber que piensas, saber que pasa, saber que hay detrás de tanto silencio y distancia. Porque me duele saber que me olvidaste ya, que hay nuevos objetivos en tu camino y todas esas cosas, pero son cosas que pasan, que debo entender y digerir. Ahora la cancha es otra; probamos una y no resultó. Ya no quiero pensar en razones, sólo quiero recordarte como algo que fue bueno, algo que fue bueno a pesar de que se perdía constantemente. Nunca te veré como un elemento malo o fallado, siempre como uno confuso. Me duele, pero no hay culpas al respecto. No puedo pretender que las cosas son como las quiero ver y hacer ver. Pero asume, por favor asume, que teníamos juntos y no por separado un olor único. "Olor nuestro" a cinco centímetros, que solía aparecer después de que tocara el timpre y aparecieras saltando tras la puerta en pijama, o con una cara de sueño o flojera o de "noquieroestudiar" que no te la sacaba nadie. Y los abrazos, como nunca. Me acuerdo de la primera vez, después de año nuevo, después de la fiesta. Creo que necesitaba recordar eso de esta forma, así como fue y ya.
Estamos grandes, sabes? El mundo es pequeño, sabes? El tiempo si se agota, pero no en si mismo, sino que en nosotros.
En tí y en mi el tiempo se agota, nos agota. Y es lindo verlo así, de alguna forma consistente. El tiempo, oye, se agolpa en mi pecho. Mi corazón se había secado y hoy vuelve a latir, pero ahora por si solo y no sé por qué, y quiero sonreír, porque a pesar de que no hay nadie puedo disfrutar la calle, un cafe, los amigos y la vida. Me gusta tocar guitarra en una banca frente al bellas artes; son el tipo de cosas que ni yo sabía de mi y ahora sé.
Tal vez tenga mucho más sentido salir un domingo en la mañana que un sábado en la noche, tal vez la vida de día me muestre lo que la noche ha sabido esconder. Tal vez uno de estos días, sin siquiera quererlo así, me quede dormido en la micro y llegue a un lugar desconocido, que tenga un par de perros chascones y árboles verdes, grandes y escalables, y suspiros por montón para captar con una cámara cualquiera. Y no importa cuan ciego me dejen los rayos del sol; el día se asoma con aires nuevos y buenos.

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