Casi nunca me acuerdo de las cosas que sueño, pero hoy escuché la palabra clave y lo recordé. También ayer recordé lo que soñé cuando fui al baño; soñé que caía una botella de jabón a la taza del güater, y yo metía la mano para sacarla y luego me lavaba las manos con ese mismo jabón.
Es curioso pensar que todo eso pueda significar algo. Es curioso, porque podría pensar incluso que las cosas que encuentro en la calle son un mensaje de alguna cosa; los libros que me topo por la vida son cartas que no quieren decir lo que dicen, sino otra cosa. Y las canciones, dios, dios, dios... Es bonito ver trasfondos, incluso cuando es el trasfondo de algo que te hizo mierda en su momento. Tal vez así es como se crece, quien sabe.
No sé el por qué de esta entrada, pero me gusta. Porque se siente bien que de pronto el montón de cosas que normalmente presionan estén liberando tensiones. Se siente bien que de pronto quiera escribir por escribir, no sé, lo que sea. Me es como darle un espacio nuevo al mundo, y es tan bonito pensar que se viene una temporada casi en sepia por observar.
Necesito mi cámara, rápido, antes de que las nubes se vuelvan a ir.