- Sigue lloviendo - le dicen haciendo la cortina a un lado.
Sigue lloviendo, pero no hace tanto frío. El invierno pasado, creo, fue mucho más frío.
Normalmente habría salido a dar una vuelta. A mojarme de puro gusto y sin ninguna justificación, cosa de recorrer, mirar, de sentir la ciudad una vez más. Habría usado los audífonos grandes e iría preocupado de que el agua no le entrara, y seguramente escucharía música lenta, no triste porque ya no hay canciones tristes.
De vez en cuando sacaría fotos. De vez en cuando sonreiría y recordaría.
Pero ¿saben? Me quedo en casa.
Me quedo porque no tengo chaqueta para la lluvia. Me quedo porque no quiero perderme en la ciudad, no quiero extrañar mi casa y estar tan lejos para cuando esto ocurra. No quiero tener pena, no tengo mi cámara, no quiero recordar cómo era la ciudad.
Conozco mis calles de memoria, pero no quiero reconocerlas humedas de lluvia. Es eso.
No quiero salir solo; sé que en la calle querré que me llames, no sé para qué. Y pienso ahora que tal vez Huelen con lluvia también podría ser un buen lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario