jueves, 26 de abril de 2012

Quiero pensar que es la hora y el contexto lo que me hace sentir que a estas alturas nada me va a salvar. Tengo mucho miedo de que la intangibilidad de las cosas de verdad me pese forever, porque nunca logro dimensionar los efectos de nada, llevando todo a una acumulación final que me ahoga y se acumula con otras acumulaciones infinitamente.
No sabría dibujar mi yo del futuro hoy día. Mientras más se acorta la brecha entre el hoy y el mañana, más se difumina todo; es como si el punto de foco de la vida (la mía) hubiese sucedido ya, y que de ahora en adelante todo es y será desenfoque hasta que el lente llegue al límite y se pierda en el intento de concretar una imagen nítida.
El crecer es un ejercicio que hace tiempo ya perdió completamente su foco. Cualquier figura reflejada es mera coincidencia, porque en el fondo, no tengo idea de qué es lo que tengo en frente.

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