Cuando el interruptor hacía click y la pieza quedaba a oscuras comenzaba a temer. Primero porque en la pieza del lado la luz permanecía prendida hasta altas horas, y producía sombras extrañas que iban y venían dejando un rastro de crujidos, y segundo porque si miraba hacia la pared de frente a la cama lograba ver una luz verde, fija, como un láser. En algun reader's digest leyó que unos soldados vieron algo así en plena guerra y que finalmente resultó ser Jesucristo; aun siendo algo así lo aterraba.
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de pronto todo lo que eran memorias son fotografías. Recuerdo vivamente el miedo, como si nunca se hubiese ido.
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