Las aproximaciones son como las percepciones erradas. Hay grandes y pequeñas; todo depende del tramo con el que se vaya a trabajar.
Aproximar la realidad supone peligros que se nos van de las manos, y esto no es concluir que se está a tiempo de hacer cosas al respecto; tal vez es un esquema para reconocer un mundo que cabe dentro del plano cartesiano y que esto no implica que sea correcto. El punto está en que para este tipo de problemas hay una formula. La abstracción es menor; el resultado es real.
Algo va a dar; no sabemos qué, pero en algo aterriza.
Es cosa, creo, de resolver la ecuación con tranquilidad, de no alterar más factores, de no reducir el espacio muestral cuando en el desarrollo del problema todo es una posibilidad.
2 comentarios:
todo suena sumamente razonable, sr. Gonzalez Carquín.
que raro leerlo así.
(¡te quiero hasta las estrellas!)
cuando n tienda a infinito, javier Gonzalez, sera precisamente el área bajo la curva.
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